Congreso

Marlaska defiende la “proporcionada” respuesta al ataque “violento” en Melilla

El Ministro del Interior reitera que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad actuaron en todo momento “en el marco de la legalidad” ante un “intento intolerable y violento” de entrada irregular

El salto al vallado de Melilla, que el 24 de junio se produjo en la frontera, donde unas 2.000 personas trataron de acceder a territorio español, se saldó con 23 muertos y 217 heridos -según las cifras reconocida por Rabat-, unas 37 según otros datos. Marruecos primero culpó a Argelia y luego a España de «vacilar» en la respuesta a los inmigrantes e Interior defendió que se actuó con «proporcionalidad».

El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska ha comparecido en el Congreso para dar explicaciones en relación con “las vulneraciones de derechos humanos por parte de las autoridades migratorias” que pudieran haberse dado en la frontera entre Nador y Melilla donde se llegaron a cuestionar desde algunos partidos políticos y ONG la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. -Hasta 55 guardias civiles fueron heridosy siete vehículos policiales resultaron dañados por las piedras lanzadas por alguno de los inmigrantes donde, 133, lograron traspasar la valla-.

El ministro del Interior insistió en que la Guardia Civil actuó «en todo momento dentro del marco legal nacional e internacional» y siempre «con criterios de proporcionalidad y de pleno respeto a los derechos humanos, sin que pueda atribuirse a ninguno de los agentes ningún tipo de actuación contraria a ellos». El Parlamento Europeo había pedido, por estos hechos, la comparecencia del ministro del Interior después de que los partidos acusaran de haber empleado hasta balas, algo que fue desmentido.

Los socios de gobierno y los aliados minoritarios esperaban sus explicaciones y una “condena sin matices”.

Fernando Grande-Marlaska, destacó que la tragedia del 24 de junio en la valla de Melilla fue un “intento intolerable y violento” de entrada irregular de 1.700 inmigrantes, por lo que ha defendido la respuesta “firme, serena y proporcionada” del Estado. “Es evidente que estamos hablando de un episodio de intento violento de entrada irregular que es injustificable”, ha remarcado el ministro tras relatar cronológicamente lo que sucedió ese día.

Marlaska dijo que “un país democrático” en modo alguno “puede aceptar que su frontera y los agentes que la “custodian y protegen” se vean agredidos “con el lanzamiento de piedras, palos e incluso artefactos incendiarios caseros”. Insistió en que la actuación de la Guardia Civil, con apoyo de la Policía logra reducir la actitud violenta de los asaltantes mediante el “empleo oportuno y proporcionado” que tienen a su disposición, incluido el material antidisturbios -que fue cuestionado por sus “socios” parlamentarios-.

Relato de los hechos

Marlaska ofreció un relato detallado de los hechos, según el cual, Interior tuvo el primer conocimiento de que algo ocurría a las cinco de la madrugada de aquel viernes, cuando las fuerzas marroquíes de seguridad avisaron a la Guardia Civil de que se aproximaba una multitud.

Dos horas más tarde, “el sistema de alerta temprana de la Guardia Civil confirmó un amplio despliegue de vehículos policiales”, prosiguió, y poco después, se observaron miles de personas “portando palos” que se aproximaban al vallado. El ministro reiteró en varias ocasiones que se trataba de “una multitud de personas organizadas”, que se dividió en dos grupos.Uno de ellos se dedicó a “rechazar la acción de la policía marroquíes del tejado” mediante el lanzamiento de piedras y artefactos, y otro empezó a forzar la caseta fronteriza del Barrio Chino de Nador “con mazas, hachas y demás objetos contundentes”, incluso “con una sierra radial manual”.

Fue a las 8:20 horas, dentro del recinto fronterizo, “en tierra de nadie”, había 1.700 personas, divididas en estos dos grupos. Varios asaltantes lograron forzar las puertas de entrada a Melilla “generando un embotellamiento que puso en riesgo la integridad de cientos de personas”, agregó. En su comparecencia, Marlaska afirmó que estos hechos “fueron de una gravedad extrema” y recordó que la Fiscalía General del Estado y el Defensor del Pueblo ya abrieron investigaciones para aclarar lo sucedido.

Oposición

La diputada del PP, Ana Vázquez, ha sido contundente con Marlaska por los “insultos” que ha recibido del ministro después de que el PP se haya mostrado como el grupo más “leal” por haber evitado acusaciones de ningún tipo hasta que las investigaciones esclarezcan lo ocurrido en la valla. La diputada popular ha criticado que Marlaska haya evitado “cualquier atisbo de condena” ante el episodio y el trasfondo de lo ocurrido en Melilla. En este sentido, ha reprochado tanto la “política de puertas abiertas” de Interior ante los migrantes (ha dado datos de 2021, que arrojaron una entrada de 50.000 personas y tan solo retornaron un 5%, lo que, a su juicio, sitúa a España como la “puerta de entrada a Europa”) y ha asegurado que es un “error”: “Se debe potenciar las políticas de retorno”, ha aseverado, tras también reprochar que Marlaska dé “lecciones de derechos humanos” cuando carga sobre sus espaldas con la muerte de 4.000 personas en las costas de Canarias.

Vázquez también ha venido a decir que la comparecencia de Marlaska es una escenificación pactada con los socios (Esquerra y Bildu) y que apenas va a tener consecuencias. Y lo cierto es que, a tenor de las palabras de la diputada republicana María Carvalho, todo apunta que va a quedar en un trámite: sí que es cierto que Carvalho ha elevado el tono y ha hecho una dura reprimenda contra el Gobierno, pero tampoco ha amenazado con alterar las remozadas relaciones de ERC con el Gobierno.

Así, Carvalho ha acusado a España de “tener un problema con la democracia” y con la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad “en las fronteras y en la calle”. “Lo que pasó en la frontera sur es del Brasil de Bolsonaro”, ha comparado Carvalho, que es de origen brasileño. La diputada republicana ha cargado contra la actuación de la policía porque se emplearon “pelotas de goma y gases lacrimógenos” y ha exigido al Gobierno que acabe con las devoluciones en caliente.

El diputado de Bildu, Jon Iñarritu, también ha sido bastante duro con Marlaska. “¿Proporcionada y oportuna? La mayor tragedia ocurrida en la frontera española. ¿No se le ha ocurrido mejor frase?”, ha espetado el diputado de Bildu, reprochando que Marlaska justifique la actuación de la policía. “Ante los hechos tan graves, no se puede venir a justificar lo ocurrido”, ha afirmado y ha reclamado “buscar vías legales y seguras” porque augura que muchos de los migrantes que ya han intentado entrar en España, volverán a intentarlo.

El diputado del PNV, Mikel Legarda, ha señalado que la política migratoria es un “fracaso” porque está “basada básicamente en la seguridad” y ha acusado a la policía de llevar a cabo una actuación “deshumanizada”.