Maniobras

El portaaviones estadounidense George H. W. Bush y el LHD Juan Carlos I se adiestran juntos en el Mediterráneo

El buque de la US Army es el décimo y último de la clase Nimitz y está en servicio desde 2009. Lleva a bordo más de 80 aeronaves, fundamentalmente aviones F-18

Los buques, en formación en el Mediterráneo
Los buques, en formación en el MediterráneoLa Razón

El buque insignia de la flota española, el portaaeronaves Juan Carlos I, así como el buque de asalto anfibio Castilla y la fragata Navarra de la Armada se han integrado durante tres días en aguas del Mar Mediterráneo con el 10º Grupo de Combate de la Marina estadounidense (Carrier Strike Group 10), encabezado por el portaaviones USS George H. W. Bush.

Cubierta del Geroge H. W. Bush durante su ejercicio con el Juan Carlos I de la Armada
Cubierta del Geroge H. W. Bush durante su ejercicio con el Juan Carlos I de la ArmadaLa Razón

Este ejercicio se ha producido durante el tránsito de regreso de España de la agrupación naval española, tras completar el ejercicio Dynamic Mariner/ Mavi Balina 2022, en el que Grupo Anfibio y de Proyeccióndela Flota se ha certificado como mando de la Fuerza Anfibia de Respuesta de la OTAN para el año 2023.

El George H. W. Bush es el décimo y último buque de la clase Nimitz y está en servicio desde 2.009. Lleva a bordo más de 80 aeronaves, fundamentalmente aviones F-18, y un total de 4.300 personas. Le escoltan el crucero Leyte Gulf y los destructores Delbert D. Black, Farragut y Truxtun. Por su parte, el LHD Juan Carlos I, además de su capacidad de actuar como buque anfibio y desplegar una fuerza de hasta 1.000 infantes de marina con 120 vehículos, puede operar hasta 30 unidades entre aviones Harrier y helicópteros

Los cazas Harrier, protagonistas

Un Harrier español en la cubierta del LHD Juan Carlos I
Un Harrier español en la cubierta del LHD Juan Carlos ILa Razón
Los Harriers españoles en vuelo
Los Harriers españoles en vueloLa Razón

En estos ejercicios, elJuan Carlos I actuó principalmente como buque anfibio y ahora en su encuentro con el George H. W. Bush lo ha hecho como portaaviones. La Armada explica que “esta versatilidad ha permitido que precisamente los Harrier hayan sido los protagonistas durante los tres días de ejercicios, realizando una gran variedad de misiones, tanto con los aviones del Bush como con la Fuerza Aérea Griega.

Los cazas españoles han llevado a cabo ataques de precisión a larga distancia a buques y objetivos en tierra, defensa de la agrupación española frente a los F-18 y maniobras de abastecimiento en vuelo. “Este intenso calendario ha permitido a los veteranos Harrier demostrar una vez más su flexibilidad y eficacia”, destaca la Armada.

Asimismo, los buques de ambas agrupaciones han realizado ejercicios de defensa aérea, intercambios de personal, ejercicios de comunicaciones y tácticos y formaciones navales, integrándose sin dificultades.

Ejercicio en Cerdeña

Los buques españoles, junto con la fuerza de Infantería de Marina embarcada, llevarán de nuevo a cabo actividades anfibias en la isla de Cerdeña antes de regresar a España.

Formación de la escuadra hispano-estadounidense
Formación de la escuadra hispano-estadounidenseLa Razón

La capacidad de proyección del poder naval que pueden desplegar los grupos aeronavales de esta entidad constituye un poderoso elemento de disuasión, recuerda la Armada. España es uno de los cuatro países europeos que cuenta con esta capacidad, junto con Francia, Italia y el Reino Unido.

Este es el segundo despliegue del año con un portaaviones estadounidense del LHD Juan Carlos I. En julio, participó en un ejercicio en aguas el mar Adriático con el USS Harry S. Truman y el Cavour italiano.

Relevo de los Harrier

Los cazas Harrier están en la recta final de su vida operativa. La Armada trabaja para extender su vida hasta 2030 y, para ello, tramita un nuevo contrato con la oficina del programa en Estados Unidos para garantizar el sostenimiento.

Es de sobra conocido que la Armada apuesta por el F35B -la versión de despegue corto y aterrizaje vertical- para reemplazar a sus Harrier, la única solución que existe en el mercado para mantener la capacidad de despliegue de aviones de combate desde el LHD Juan Carlos I, su buque insignia. La Armada precisó a finales del año pasado que sus necesidades pasan por la compra de un lote de 12 F-35Bcomo máximo para sustituir a la flota de igual número de Harrier.