Partido Popular

El Congreso, como pista de despegue de la alternativa de Feijóo

Los populares acelerarán en la agenda de las Cortes las reformas en vivienda, empleo o mundo rural

MADRID, 15/09/2025.- El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la Junta Directiva Nacional del PP celebrada este lunes en Madrid. EFE/ PP SÓLO USO EDITORIAL / SÓLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)
Junta Directiva Nacional del PPPPAgencia EFE

Los retrasos de los trenes, el empleo, el mundo rural, la vivienda y la inmigración. Alberto Núñez Feijóo enumeró ayer, en su discurso

curso ante la Junta Directiva Nacional del PP, las temáticas en las que su partido trabajará en los próximos meses desde el terreno programático. Como avanzó LA RAZÓN, el presidente popular ha pedido poner a punto un programa de gobierno que irá presentando poco a poco y que sustanciará en iniciativas legislativas, que presentará en el Congreso de los Diputados.

«El Partido Popular tiene una alternativa y la presentará», fue una de las principales ideas que transmitió a la plana mayor de su formación en el primer encuentro después del verano. A todos ellos los arengó para garantizar un «cambio político» que traiga consigo una «limpieza total» del sanchismo.

Feijóo hizo una radiografía de la situación actual del país, con un gobierno que «ha renunciado a gobernar». Para muestra, los Presupuestos. Según su diagnóstico, lo único que le queda a Pedro Sánchez es «dividir». Acá el muro que levantó en su investidura. Un punto sobre el que quiso incidir. «Esta división no es casualidad, es un método».

Para el líder popular no hay duda. Su rival está «convirtiendo la política española en un foco de toxicidad» con un enfrentamiento «constante» que ha lapidado el «sentido común», un valor que ha reclamó a sus dirigentes. «Es fortaleza», porque lo contrario, «llevarlo todo al extremo, desgarra a la sociedad y puede tener consecuencias nefastas», advirtió.

En un aquelarre centrista, Feijóo reivindicó que «no es todo conmigo o contra mí», y que «es compatible e incluso sana la discrepancia» entre distintos. A lo que puso varios ejemplos: «Se puede repudiar lo que ocurre en Gaza sin llegar a caer en el antisemitismo y a ser felicitado por un grupo terrorista». O «se puede ser de izquierdas y no justificar ni amparar la dictadura criminal de Maduro». También «se puede querer seguridad sin ser tildado de xenófobo» y querer que «este país esté unido sin ser tachado de facha».

Sobre la última etapa de la contienda política en nuestro país, el boicot de la izquierda a la Vuelta ciclista, denunció: «Es violencia política impedir que una competición termine». Una temática de la que se sirvió para apuntalar el mensaje de moderación: «Es violencia política alentar el sectarismo, señalar nacionalidades, periodistas, jueces». Frente a ello, reivindicó «una sociedad en paz». Y añadió: «Pido al gobierno que nos deje vivir en paz».

Limpieza total y no ceder terreno a Vox

Una vez más, redundó en su propuesta de una «limpieza total» que ponga punto final al sanchismo. «Limpiaremos lo que ha sucedido en este gobierno y limpiaremos la toxicidad que este gobierno ha transmitido a la sociedad». Para asegurar «un cambio profundo, sin concesiones», propuso a sus dirigentes dos tareas: «No conceder ni un milímetro de terreno» al Gobierno. «Guardia en alto». Y tampoco a «quien no crea en el cambio», en una clara alusión a Vox.

Para diferenciarse del partido verde, Feijóo ha decidido poner el pie en el acelerador a una parte fundamental de su estrategia: las medidas. El PP quiere levantar la bandera de la gestión, con planes de reformas en todos los ámbitos. Por un lado, una oposición sin cuartel. Por otro, el diseño de una alternativa. Y las Cortes Generales, como pista de aterrizaje.