Medio Ambiente
Incertidumbre ante la presencia de submarinos nucleares en Gibraltar
Exteriores no ofrece los datos que le suministra Reino Unido porque afecta a la seguridad nacional, la defensa, las relaciones internacionales y la seguridad pública.
El Ministerio de Asuntos Exteriores se niega a aportar información suministrada por el Reino Unido sobre los submarinos nucleares que entran en Gibraltar, así como los datos sobre mediciones, inspecciones y controles realizados por España ante la presencia de los sumergibles de propulsión nuclear en el Peñón, alegando que es una información que afecta a la seguridad nacional, la defensa, las relaciones internacionales y la seguridad pública.
A través del portal de Transparencia, un ciudadano pidió esta información tras la escala en el Peñón del submarino nuclear británico HMS «Audacious», el pasado marzo, y después de una larga trayectoria de escalas de sumergibles de bandera británica en la colonia lindante con España. En opinión del solicitante, el abogado Guillermo Rocafort, esta «opacidad» en la información es «inadmisible en este momento, cuando es constante y perturbadora la presencia de los submarinos nucleares británicos en la zona», así como por la «necesidad de dar información a la población española del Campo de Gibraltar sobre esta problemática».
La cartera de la que es responsable José Manuel Albares sí ha aportado la carta que el 27 de febrero de 2006 envió el ministro laborista británico Jack Straw al socialista Miguel Ángel Moratinos, al frente de Exteriores en el Gobierno de Zapatero, como «garantía británica» ante reparaciones de submarinos nucleares en Gibraltar, como fue el caso del «Tireless» en 2001, y de más de un centenar de sumergibles que han pasado por la zona desde esa fecha.
En la misiva, Straw le indica a Moratinos que los submarinos británicos que entran en Gibraltar son de la OTAN y que también sirven a los intereses de España. Gran Bretaña señala que informa a nuestro país de la entrada de los sumergibles por medio de los canales oficiales de la Alianza Atlántica, para a continuación señalar que no hay peligro nuclear alguno. Finalmente, Straw apunta que, en caso de que haya un accidente nuclear, informará a España.
La carta va acompañada de una declaración oficial del Gobierno británico donde expresamente se dice que Londres no compartirá información sobre el diseño o funcionamiento de los reactores nucleares de sus submarinos ni permitirá inspecciones in situ de técnicos españoles con el objeto de obtener información de ninguna consideración, al no ser España «host» de Gibraltar (pues se trata de una colonia). La única deferencia es que Reino Unido afirma que notificará a España la llegada de submarinos nucleares a Gibraltar con una antelación «al menos de 24 horas».
En la zona se están llevando acabo las últimas semanas una serie de simulacros de accidentes nucleares, así como formación al respecto para su personal de Protección Civil, ya que el propio Peñón cuenta con un Plan de Emergencia y Seguridad Nuclear del que carece España, como ha reconocido el Consejo de Seguridad Nuclear, según ha informado LA RAZÓN.
El letrado solicitante recuerda que, según resolución de la ONU de 1973, la base de submarinos nucleares de Reino Unido en Gibraltar es contraria a la legislación internacional pues está asentada en un territorio pendiente de descolonización, y que los submarinos nucleares británicos que recalan en la Roca no defienden los intereses de España, «sino que los perturban y alteran en grado sumo».
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