El juez Peinado cancela el careo entre la asesora de Begoña Gómez y el alto cargo que la nombró

El juez Juan Carlos Peinado ha cancelado sine die el careo para el que había convocado el próximo 14 de mayo a la asesora de Moncloa que utiliza la mujer de Pedro Sánchez y el ex alto cargo de Presidencia que firmó su nombramiento en el verano de 2018.

El instructor del "caso Begoña Gómez" toma esta decisión en una nueva providencia a la que ha tenido acceso LA RAZÓN después de que María Cristina Álvarez le hiciese saber que tenía programado con anterioridad a que cursase la citación un viaje a Estados Unidos entre el 10 y el 17 de mayo. Para acreditarlo, le hizo llegar los billetes de los vuelos en los que se desplazará.

El titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid esperará a escuchar al ayudante personal del presidente del Gobierno Raúl Díaz Silva, a él sí el 14 de mayo, para valorar si procede que declaren cara a cara Alfredo González, que era vicesecretario de Presidencia, y la asesora, que ejerce aún como directora de Programas de este mismo departamento del Gobierno.

Este asistente personal de Sánchez fue al que señaló el ministro Justicia, Félix Bolaños, como la persona que debería tener la información de dónde partió la propuesta de que Álvarez entrase como alto cargo y el que, identificándose como responsable de personal del complejo presidencial, detalló ante Peinado las funciones laborales que desarrolla esta trabajadora.

Como ya informó este diario, la defensa de Álvarez defendió ante el juez que no había motivos para la celebración del careo bajo la tesis de que no existe ninguna contradicción entre ambas versiones sobre la contratación.

Esta diligencia, ahora dejada sin efecto, fue acordada por el instructor como parte de la indagación en si pudo haber malversación de caudales públicos en que se diese trabajo a Álvarez en el Ejecutivo y que se encargase de gestiones de la actividad privada de Gómez.

Se presentaba como "colaboradora" de la cátedra que esta última codirigía en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), trasladó a empresas privadas el interés de Gómez en que siguiesen patrocinándola y ejerció de interlocutora con la universidad en torno al software por el que también se investiga a la esposa del jefe del Ejecutivo.