Encuesta NC Report
La mayoría de españoles ve a Feijóo como presidente del Gobierno
Nueve de cada diez votantes del PP avalan su liderazgo. Un 49,9% de ciudadanos cree que no debería pactar con Vox
Llegó «preparado» para garantizar la alternativa y avisó de que cree en los gobiernos que salen de las urnas, «no de los despachos». «No creo en adanes, ni caudillos, ni salvadores. Creo en la fuerza común y la unidad», dijo en Sevilla el día que tomó el mando del Partido Popular. También, a lo largo de todo este año, ha dejado claro que él no habría dejado Galicia si no tuviera como objetivo «ganar y gobernar», porque «si no, no hubiera venido».
La crisis «exprés» que sufrió el PP con la caída de Pablo Casado precipitó un relevo inesperado y sirvió para estabilizar al partido y volver a los «orígenes». Alberto Núñez Feijóo siempre está cuando hay una crisis por reflotar. Ocurrió ya en Galicia cuando Manuel Fraga perdió la mayoría absoluta para gobernar y se hizo cargo de liderar esos años la oposición. No le preocupa su desgaste personal si con ello logra la estabilidad de España y soluciones.
Su desembarco en la política nacional llenó de «ilusión y optimismo» a los populares e incluso descuadró a los rivales por su mano tendida, su apuesta por el diálogo constante y su insistencia en que no venía a la política a «insultar». «Frente al insulto, propuestas», fue una de sus premisas.
Según la encuesta de NC Report para LA RAZÓN, la mayoría de los españoles, un 46,4%, le ve como el próximo presidente del Gobierno y su liderazgo es respaldado por el 89,7% de votantes del PP, un porcentaje que baja sin embargo al 36,1% en el conjunto de los encuestados. Otro 28,7% tilda ese liderazgo de «regular» y un 29,5% le suspende. En cuanto a los votantes del PSOE, un 42,4% estiman que su liderazgo es «regular», mientras que los votantes de Vox lo consideran «regular» en un 34,8% y los partidarios de Podemos lo valoran de forma negativa en un 85,2%.
El presidente del PP desembarcó con una idea y un mandato a sus barones: «Unir». Tocaba coser las heridas del partido y aún hoy insiste en que tienen las «puertas abiertas» para quien quiera entrar, sin que se le pregunte a nadie de dónde viene; una forma no solo de captar a los desencantados de la izquierda sino, también, a los que no ven al resto como alternativa de gobierno.
Desde su llegada, ha conseguido «reconciliar» en un mismo acto a los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy y sigue en contacto con Pablo Casado, además de haber estabilizado los choques que en su momento hubo entre la dirección y algunos barones como Díaz Ayuso.
También «resucitó» a numerosos miembros del partido que en la etapa «casadistas» habían quedado en la retaguardia, como Esteban González Pons, o ha reincorporado a otros que entonces dejaron la política activa: Borja Sémper o Iñigo de la Serna. Ante esto, un 43,7% de los encuestados considera que el líder del PP sí ha conseguido recuperar la unidad frente a un 38,3% que cree que no es así. De nuevo, los votantes populares, en un 87,2 %, son quienes lo valoran de esta manera frente a un 60,6% del granero de voto del PSOE que cree que no ha unido el partido o un 92,6% de Podemos que opina igual. Los partidarios de Vox, en un 47,8% sí que ven que se ha producido esa «unidad» dentro de las filas de los populares.
Asimismo, un 41,8% cree que el líder del Partido Popular debería seguir contando con Aznar y Rajoy algo que ya hizo en la última intermunicipal celebrada en Valencia donde sumó a ambos en una mesa, para recopilar ideas de sus años de gobierno y las recetas a aplicar. Por contra, un 46,1% estima que no debería contar con ellos. Tanto los votantes de PP (76,9%) como los de Vox (78,3) son los más partidarios de esta idea frente a los del PSOE (78,8%) o Podemos (81,5%) que se muestran en contra.
Durante el año que lleva liderando el PP, Feijóo ha propuesto al Gobierno numerosos pactos: en materia económica, otro para rebajar el precio de la luz y el gas, sobre la seguridad y la OTAN, para bajar el IVA de los productos básicos o para reformar de manera urgente la Ley del «solo sí es sí». También, rubricó en Cádiz su compromiso de regeneración mediante el «Plan de Calidad Institucional» que ofreció a Pedro Sánchez y con el que se comprometió asegurando que formarán parte de las medidas que aplicará en los cien primeros días cuando llegue a La Moncloa. Esta forma de hacer oposición al Gobierno es valorada por el 40,1% de los encuestados como «buena» frente al 46,7% que estima que no lo es. Los que más lo aprecian, de nuevo, son los votantes del PP en un 92,3%, mientras que los del PSOE (63,6%), Podemos (85,2%) o Vox (56,5%) creen que es mala.
El objetivo de Feijóo es gobernar y una mayoría de españoles le ve como el próximo presidente del Gobierno. Así lo ve el 46,4% de los encuestados frente a un 43,6% que estima que no llegará aún a la presidencia . Los que le ven más cerca de La Moncloa son, de nuevo, sus propios votantes populares con un 89,7% seguido de los de Vox con un 65,2. Sin embargo el cien por cien del electorado de Podemos considera que no llegará a gobernar y el 63,6% de los que apoyan al PSOE, tampoco.
¿Y si necesitara apoyos para gobernar? Los encuestados consideran en un 36,1% que debería pactar con Vox «en caso de necesidad» frente a un 49,9% que dice que «no». Los votantes de PP (74,4%) y Vox (91,3%) son los más partidarios frente a PSOE (78,8%) y Podemos (88,9%) que están en contra.
La mayoría de encuestados coincide en que la llegada de Feijóo a la política nacional ha abierto una «nueva etapa». Así lo ve el 51,3% frente a un 37,5% que dice que no.
La postura de Feijóo ante la Ley del «solo sí es sí», exigiendo responsabilidad al Gobierno y ofreciendo los votos del PP para una reforma «urgente», es «bien» vista por un 34,8 % de los encuestados, frente a un 25,6 que lo valora de «regular» o un 26,9% que la ve «mal».
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