Investidura
Moncloa se desvincula de la reunión entre Díaz y Puigdemont: "No representa al PSOE"
Los socialistas reivindican que ellos llevan el liderazgo de las negociaciones pese a la intervención de Sumar
Alberto Núñez Feijóo tiene oficialmente el encargo del Rey para someterse a la investidura los próximos 26 y 27 de septiembre, sin embargo, los contactos entre bambalinas no se circunscriben únicamente al entorno del Partido Popular. Desde la coalición se calienta la banda y no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados durante las próximas semanas, pese a no ser los oficialmente designados para formar gobierno. "No hay tiempo que perder", señalan.
De hecho, tal como publica hoy este diario, los planes de Pedro Sánchez son -siempre que la negociación con ERC y Junts lo permita- someterse a una investidura "exprés" una vez que fracase Feijóo. La primera ventana de oportunidad sería la semana del 17 de octubre y para ello hay que ir preparando el terreno. Desde el Ejecutivo se traslada optimismo, el propio Sánchez lo hace a su entorno, sobre las posibilidades de que acabe fructificando su investidura. Una investidura en la que Carles Puigdemont tiene un papel fundamental, como mínimo con una abstención -si el PSOE consiguiera granjearse el voto de Coalición Canaria- o un apoyo activo y favorable, en caso de no contar con Cristina Valido.
A la espera de que el líder de Junts plantee mañana sus condiciones desde Bruselas, entre las que estaría su reconocimiento expreso por parte del PSOE como interlocutor, reuniéndose con él; la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz ha dado el primera paso, viajando hoy hasta la capital europea para una primera toma de contacto con Puigdemont. Además de ellos dos, en el encuentro previsto para las 12 horas van a estar presentes Jaume Asens y Toni Comín.
Tras oficializarse el viaje de Díaz a Bruselas, todas las miradas se han dirigido hacia Moncloa, que intenta desvincularse de los pasos de su vicepresidenta, tratando de proyectar que no existe una concertación de cara a desatascar la investidura. Fuentes gubernamentales aseguran que se enteraron de la cita anoche, a modo de "hechos consumados", y que en esta empresa, la también titular de Trabajo en funciones "no representa al PSOE". "Va en nombre de Sumar", se anticiparon a señalar.
Hacen hincapié en que "no hay nada acordado" ni en la cita ni en el contenido de la misma y que "no tienen nada que ver" con la reunión de Díaz y Puigdemont. Pese a que el objetivo sea común y confluya en el éxito de la investidura de Sánchez, los socialistas reivindican que ellos tienen su propia hoja de ruta en la interlocución con los independentistas y que el liderazgo de las negociaciones corresponde al PSOE. Mientras que desde Sumar se defiende abiertamente la idoneidad y el encaje constitución de la amnistía, los socialistas se muestran más reticentes e incluso rehúyen esta retórica, prefiriendo referirse a giros discursivos más edulcorados como "alivio penal" para valorar las pretensiones independentistas.
Misma estrategia que en 2018
Pero lo cierto, es que los socialistas reeditan así la estrategia que ya siguieron en 2018 en la moción de censura a Mariano Rajoy, cuando el PSOE delegó en Podemos y su líder Pablo Iglesias la negociación de los apoyos que resultaban, entonces, más controvertidos para los socialistas -como eran los de ERC y EH Bildu- y que ahora están plenamente integrados en la mayoría de la coalición. Ahora, estas reticencias se muestran hacia lo que representa Carles Puigdemont, un fugado de la Justicia, al que Sánchez incluso se comprometió a traer a España para que fuera juzgado en 2019 y para el que ahora se negocia ese "alivio penal" en forma de amnistía.
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