Convención en Valencia
El PSOE tira de Zapatero y Anne Hidalgo para su cita municipal
La convención, que aprobará el programa electoral para el 28-M, estará marcada por la ausencia de los presidentes autonómicos del partido a excepción del anfitrión, Ximo Puig
El PSOE celebra este fin de semana su convención municipal. Un cónclave político del que saldrá el programa electoral marco para los comicios del próximo 28 de mayo y al que el partido dota de la máxima relevancia, calificándolo como «el encuentro más importante entre congresos». En Ferraz consideran que «todo pasa por lo local», porque se trata de la administración más pegada a los ciudadanos –y, por ende, a la resolución de sus problemas– y se mentalizan de la importancia de ser primera fuerza en estas elecciones.
Primero, porque la foto que resulte de la noche electoral –el color del que se tiña el mapa de España– decidirá el ganador de los comicios; el segundo, porque ser la fuerza más votada es decisivo por la prima de escaños que esto supone y para liderar los procesos de formación de gobierno posteriores. «Salimos a ganar», repiten, a modo de arenga a los suyos, y se vanaglorian de que Alberto Núñez Feijóo haya «reculado» ahora, respecto a su intención inicial de presentar el 28-M como un plebiscito, asegurando que el PSOE «aguantará» en mayo.
En Ferraz, no obstante, son conscientes de que parten en desventaja, respecto del PP, en estas elecciones porque su margen de mejora es muy limitado. Los socialistas salen a defender las importantes cotas de poder territorial que consiguieron en 2019: 20,5 millones de españoles tienen un alcalde o alcaldesa del PSOE y presiden 23 de las 41 diputaciones provinciales, tres cabildos y tres consells insulares. Por lo tanto, es más factible sufrir un retroceso que avanzar en sus expectativas. Los socialistas cuentan con reunir en Valencia a unas 2.000 personas, entre las que no estarán los principales líderes territoriales del partido. Ningún presidente autonómico, a excepción de Ximo Puig que ejerce como anfitrión del cónclave, asistirá a la cita.
Unas ausencias que contrastan con la importancia de la que dotan a la convención en la dirección socialista. En Ferraz se excusan argumentando que se trata de un foro municipal –que debe dar protagonismo a los alcaldes y candidatos locales– y que los candidatos autonómicos están donde tienen que estar: haciendo campaña en sus comunidades. Entre los ausentes se encuentran los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; Asturias, Adrián Barbón; Baleares, Francina Armengol; Navarra, María Chivite y La Rioja, Concha Andreu. Tampoco acudirá el líder del PSC, Salvador Illa, ni el de los socialistas vascos, Eneko Andueza. Quienes sí han confirmado su presencia son el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, el líder del partido en Madrid, Juan Lobato, y el secretario general del PSdeG, Valentín Formoso, por lo que es previsible que tampoco acudan el presidente de Aragón, Javier Lambán, el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el canario Ángel Víctor Torres.
Para intentar relanzar la convención, el partido ha confiado la apertura del acto al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, junto a la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero. El cierre correrá a cargo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también habrá presencia internacional de la mano de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y la presidenta de la Asociación de Municipios Portugueses, Luísa Salgueiro. Las que fueran ex ministras de Sanidad e Industria tendrán un papel destacado en el cónclave: Carolina Darias será quien presida la convención y Reyes Maroto pilotará una de las comisiones. Serán los alcaldes de Vigo, Abel Caballero; Sevilla, Antonio Muñoz, y Toledo, Milagros Tolón, quienes lideren el resto de comisiones que se desarrollarán durante la mañana del sábado.
Dentro de los debates y el programa marco que se va a cerrar el PSOE este fin de semana quieren dar máxima relevancia a la vivienda, en la recta final de la negociación para que la ley vea la luz. Una norma «que en los próximos días podremos ver ya nacer», aseguran fuentes socialistas. Se espera que esta legislación específica sea un impulso para la campaña al 28-M y entre los ejes que se reivindicarán están el destino de la vivienda social al alquiler, para lo que se quiere establecer un sistema público de precios de referencia con base en la futura ley de vivienda.
Los socialistas llevarán también su programa para las municipales medidas contra la proliferación de pisos turísticos «para frenar la expulsión de vecinos por el encarecimiento de los alquileres» o destinar suelo público para vivienda en régimen de «cohousing», compartida entre jóvenes y mayores. La implicación de Sánchez para sacar adelante el acuerdo de la ley, coincide con el protagonismo que se le quiere dar a la vivienda en esta contienda electoral.
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