Elecciones

Los vetos cruzados en Cataluña: la CUP avisa que apoyará a Puigdemont si rompe con Sánchez

Los cuperos encarecen el escenario postelectoral vetando a formaciones que mantengan vínculos con el Gobierno

La CUP ratifica a su cabezas de lista para las elecciones catalanas, con Laia Estrada como número uno por Barcelona
La CUP ratifica a su cabezas de lista para las elecciones catalanas, con Laia Estrada como número uno por BarcelonaEuropa Press

La incertidumbre sobre qué puede ocurrir en las elecciones catalanas del 12 de mayo es máxima porque todo está muy abierto, pero ya sobrevuela y con fuerza la posibilidad de una repetición electoral. ¿Por qué? Porque los vetos cruzados son numerosos y el escenario de bloqueo postelectoral parece cada vez más real. En este sentido, buena parte de las esperanzas de Carles Puigdemont para ser president pasan por la CUP, pero los cuperos han descartado apoyarle si Junts mantiene su apoyo a Pedro Sánchez.

La candidata de la CUP Laia Estrada ha sido muy clara y ha descartado pactar tras el 12M con ERC, Junts y los Comuns si éstos continúan avalando una Cataluña "dependiente", en referencia a sus acuerdos con el PSOE en el Congreso de los Diputados. "Tendremos que interpelar al resto de partidos, tanto a ERC como Junts y los Comunes, para que se decidan", ha afirmado en una entrevista de este jueves en "Catalunya Ràdio". En este sentido, ha sostenido que los comicios servirán para "poner en marcha un nuevo rumbo hacia un modelo que ponga en el centro de las prioridades políticas el bienestar de la población", a su juicio, en contraposición con el actual modelo, que está llevando a Cataluña al colapso climático.

Ahora mismo, Puigdemont fía todo a quedar por encima de Esquerra y que el independentismo retenga la mayoría absoluta en el Parlament: si eso sucede, la investidura del candidato de Junts quedará en manos de los republicanos y la CUP. Sin embargo, los cuperos ya han advertido de que para que se dé ese escenario, Junts debe cortar relaciones con el PSOE en Madrid, una circunstancia que dejaría a Sánchez condenado a un avance electoral.

Esquerra, si queda por delante de Junts y hay mayoría absoluta independentista, tendrá complicado revalidar la presidencia de Pere Aragonès con los posconvergentes porque Puigdemont va a encarecer y mucho su apoyo hasta hacerlo posiblemente inviable, aunque también puede negociar un intercambio de cromos con el PSC pese a que los socialistas catalanes probablemente vencerán, como ya ocurrió en 2021: los republicanos mantienen su apoyo al Gobierno y al Ayuntamiento de Barcelona, en manos socialistas, y se quedan con la Generalitat con el respaldo de Salvador Illa.

El PSC es quien tiene más posibilidades de ganar, nuevamente, pero sus opciones de gobernar vuelven a estar rodeadas de incertidumbre. ¿Por qué? Porque tanto Esquerra como Junts han anunciado ya su veto a la investidura de Illa. El socialista fía todas sus aspiraciones a que el independentismo pierda la mayoría absoluta en el Parlament y, de esa manera, poder jugar a dos bandas: por un lado, forzar a ERC o Junts a darle su apoyo; y, por otro lado, acudir a pedir ayuda a las fuerzas no independentistas, aunque también ahí habría numerosas complicaciones dado que en ese bloque estaría incluido desde los Comunes a Vox y ambas formaciones son incompatibles. Además, Illa ya rechazó ser investido en 2021 con los votos de Vox.

En todo caso, el escenario postelectoral que asoma en Cataluña se prevé enrevesado y, a su vez, puede condicionar y mucho la actual legislatura a nivel nacional. Sánchez ya ha renunciado a elaborar los Presupuestos por las elecciones catalanas y está por ver si tiene que acabar renunciando a lo que queda de legislatura tras las elecciones catalanas pese a que insista en que su intención es llegar a 2027.