
La noria
Vuelven los fantasmas del pasado: Montero, su "hermana" y Dina
"Podemos está de vuelta" y suena a amenaza. Irene se ha saltado las normas del partido, su pareja intenta hacer caja, y regresa, cinco años después, una mujer reconvertida en "militante" de AMPA

Que Irene Montero es aficionada a los numeritos lo sabemos, lo que me sorprende es que no sepa contar. En el protocolo de Podemos para presentar la candidatura a la quinta asamblea ciudadana que ayer tocó a su fin, las instrucciones eran meridianamente claras. La biografía no podía superar los 800 caracteres contando espacios. Pues ella se lo pasó por el forro: 1.335. Pero es que la semblanza de tan ilustre personaje da para mucho. ¡Ha conseguido tantas cosas!
A destacar: «En 2018 fui la primera mujer en defender una moción de censura contra M. Rajoy, consiguiendo un año después echar al gobierno del PP». Baja Modesto, que sube Irene, que ella sola derrocó al presidente de una nación. En su texto, de un único párrafo formado por once frases, logró colar cuatro veces la palabra «derechos» (muy raro que no utilizase izquierdos), tres «Madrid» (que es lo que quiere coronar) y, en otras tres ocasiones, «Ley». Sí, es sí, señora exministra. Pues hala, ya de vuelta con su pañuelo palestino, entre los motivos que la han llevado a postularse y salir de su ostracismo europeo se encuentra, dice, la necesidad de que exista una «izquierda autónoma del poder establecido y capaz de negociar y coordinarse con el PSOE sin subordinarse a él». Diga usted que sí. Ya lo veremos.
Leyendo al detalle su biografía, llama poderosamente mi atención que obvia su maternidad, algo que no ha hecho Ione Belarra en los 752 caracteres de la suya –ni uno más ni uno menos, cumpliendo con lo exigido– y donde menciona que tiene dos «criaturas» pero que, ante todo es, «una militante convencida».
Dina Bousselham también saca pecho al afirmar que está metida en el AMPA del cole de sus dos peques para intentar cambiar «las cosas». Pero el patio se le ha quedado pequeño. ¿Se acuerdan de Dina? Ella misma les refresca la memoria: «Fui asistente parlamentaria de Pablo Iglesias en el Parlamento Europeo y coordinadora de su equipo en Bruselas». ¿Pablo Iglesias? Ni el cargo le ha puesto. Demasiada familiaridad para referirse al que fuera su jefe. Le ha faltado llamarle Pablete.
Destaca que, durante sus cinco años de retiro, quiso entrar en la «batalla mediática» y que colaboró en medios como «Publico». Imagino que se refiere a «Público». Sí, señora Bousselham, esta palabra lleva tilde. Debió pasarle el corrector a su bio. Dina ha vuelto a la actualidad por todo lo alto. El próximo año tendrá lugar el juicio sobre el caso de la tarjeta SIM de su móvil, que apareció en 2017 en un registro policial al excomisario Villarejo, y el supuesto uso en perjuicio de Podemos de la información que atesoraba en sus carpetas llamadas DINA 2 y DINA 3. DIN A4 es ya otro formato.
En su biografía, Irene obvia su maternidad, algo que no han hecho otres/as/os de sus compañeres/as/os
Así que los fantasmas del pasado regresan para quedarse. Adivinen quién más vuelve: María Teresa Arévalo Caraballo, «Tere». Así, por su nombre, seguro que no se acuerdan. Fue conocida por el «caso niñera» (que quedó archivado). Ella siempre negó que hiciera estas labores con la hija de Montero, a la que «solo sostenía en brazos», y llegó a ser nombrada secretaria de Políticas de Cuidados en la ejecutiva nacional de Podemos. ¡Cargazo! El pasado septiembre, Irene, que la considera una «hermana», la requirió para el Parlamento Europeo y allí que se fue hasta ahora, que la devuelve a nuestras vidas.
Hoy, cuando se cumplen 5.082 días de aquella manifestación de «indignados» que desembocó en la formación de Podemos, regresan los clásicos, pero ya nada de tirarse en el frío asfalto, ahora la revolución se perpetra desde la barra del bar. Allí los morados le hacen un cordón sanitario a Mónica García, la de Más Madrid, a la que Iglesias, como si fuese una niña pequeña, le pide que no se enfade por haberla insultado, y a Yolanda Díaz, la de Sumar, le hace «cruci». Tremenda guardería.
«Podemos está de vuelta», dijo el exvicepresidente y pareja de la exministra, quien junto a sus socios, el poeta y el cantautor, pretenden sacar rédito de este regreso al pasado haciendo caja con los bolsillos de sus afines. Quiere abrir un nuevo bar –me niego a citar el nombre, que a mí no me paga por publicidad y yo sí soy capitalista– porque desde el que lanza peroratas «antifas», junto a un cartel del «Acorazado Potemkin», se le ha quedado pequeño. Ellos también hacen números.
Por cierto, este texto son 4.311 caracteres, pero es que yo no tengo límite.
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