Anuario del Terrorismo
El yihadismo sigue siendo una "amenaza para la seguridad" y suelen radicalizarse vía online
En 2022 fueron detenidas 46 personas y se llevaron a cabo 27 operaciones siendo Barcelona, con seis, la provincia con más intervenciones
Cuarenta y seis personas fueron detenidas en 27 operaciones contra el terrorismo yihadista en España en 2022, la segunda cifra más alta en los últimos cinco años -tras los 58 arrestados en 32 operaciones llevadas a cabo en 2019-, de las que al menos cuatro manifestaron su intención de atentar de forma inminente.
Estos son algunos datos del Anuario del Terrorismo Yihadista 2022 del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET), presentado este jueves por su director, Carlos Igualada.
En el acto ha intervenido la directora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, Montserrat Torija, que ha indicado que los datos del anuario reflejan que "el terrorismo yihadista sigue siendo una amenaza para la seguridad".
Por su parte, el director de la Oficina de Lucha contra el Terrorismo de Naciones Unidas en Madrid, Ignacio Ibáñez, ha advertido del riesgo para España y el resto de países de la Unión Europea de la expansión del yihadismo en África, ya no solo en países de la región del Sahel como Burkina Faso y Malí sino también en el golfo de Guinea.
Según recoge el anuario el litoral mediterráneo continúa siendo el principal eje de actividad antiterrorista frente al yihadismo, al darse a lo largo de él la mayor parte de las operaciones.
Barcelona concentró seis actuaciones policiales, siendo la provincia española con mayor número de operaciones contra el yihadismo en 2022 y por comunidades autónomas destaca Cataluña al registrar 12 operaciones, el 45 por ciento.
La Comunidad de Madrid junto a la ciudad autónoma de Melilla son los otros focos destacados, con tres operaciones en cada caso. En contraste la parte más occidental del territorio español apenas registró intervenciones frente al yihadismo.
Por provincias hubo seis operaciones en Barcelona, tres en Girona, Tarragona, Madrid y Melilla, dos en Murcia, Valencia, Granada y Zaragoza y una en Jaén, Guipúzcoa, León, Alicante, Almería, Cádiz, La Rioja, Ceuta y Vizcaya.
El observatorio destaca que "si España no ha vuelto a sufrir atentados de elevada letalidad como los del 11-M de 2004 en Madrid o los de Las Ramblas de Barcelona y el paseo marítimo de Cambrils (Tarragona) de 2017 es gracias a las no pocas operaciones realizadas durante los últimos años que han conseguido desbaratar planes y tentativas por individuos o células terroristas".
De hecho "a lo largo de 2022 se produjeron al menos cuatro operaciones en las que el arrestado manifestó abiertamente su intención de cometer una acción terrorista -en Tarragona, Elche (Alicante), Roquetas de Mar (Almería) y Empuriabrava (Girona)-, algo que es probable que hubiese ocurrido de forma más o menos inminente en el caso de no haberse producido su detención".
De los 46 detenidos en 2022, 18 eran marroquíes, 15 españoles (algunos de origen marroquí o argelino), seis paquistaníes, cuatro argelinos, dos libios y uno albanés, y sus edades van de los 15 a los 72 años, aunque la mayoría se encuentra en la franja entre 32 y 38 años.
Cuatro son mujeres, lo que representa un máximo en términos porcentuales (8,7 por ciento del total). "Las detenidas comparten un rasgo común que hace mención al papel activo de la mujer en los últimos años en cuanto a la difusión del contenido propagandístico y su implicación en labores de radicalización", señala el anuario.
En 2022 un total de 8.305 personas fallecieron en los 2.270 atentados cometidos en el mundo siendo el África subsahariana -sobre todo Burkina Faso y Malí- el epicentro de la actividad yihadista al concentrar esta zona el 72 por ciento de las acciones terroristas y el 75 por ciento de las víctimas.
El anuario comenta que actualmente los atentados en Europa suelen ser cometidos por autoradicalizados en medios "online" que deciden atentar con armas blancas y en menor medida con un vehículo para atropellar a viandantes.
No obstante Carlos Igualada estima que existen varias amenazas por las que podría cambiar el tipo de atentados y volver a los de mayor magnitud.
Al respecto ha mencionado la "ventana" que la guerra de Ucrania abre para que los terroristas puedan tener un mayor acceso a armas además de la actividad que puedan desarrollar en Europa combatientes retornados de zonas de conflicto y las mujeres repatriadas desde campos de detención sirios, pues algunas pueden estar radicalizadas, informa Efe.
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