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El beso de Tamara Falcó a Jordi Cruz tras ganar Masterchef Celebrity 4
La ganadora de “Masterchef celebrity” se ha ganado el favor del público tras su paso por el “talent” culinario. La aparición de su madre, Isabel Preysler, y de Mario Vargas Llosa fue la gran sorpresa de la noche
Era la favorita del público y ayer demostró que a su simpatía, su ironía y la naturalidad que ha mostrado ante las cámaras durante estas semanas solo le hacen competencia sus habilidades culinarias. Tamara Falcó se proclamó ayer ganadora de "Masterchef celebrity" en una noche en la que las emociones y los nervios estuvieron a flor de piel. Nada pudo hacer su rival en el duelo final, Félix Gómez, contra la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó. Precisamente su madre fue la única capaz de robarle el protagonismo a la gran vencedora de la noche: la "socialité" apareció por sorpresa junto a su pareja, Mario Vargas Llosa, para apoyar a la joven en el gran duelo final.
Pero Tamara también sorprendió con el beso en la boca que le propinó a Jordi Cruz tras saberse ganadora del premio y que dejó atónitos al resto de participantes y el equipo del concurso.
Ella misma se mostró sorprendida de ver a su madre aparecer por las cocinas del programa ya que, como explicó Falcó, Preysler es asidua del papel couché pero siempre intenta evitar los platós de televisión. Durante el cocinado se mostró nerviosa, orgullosa y muy pendiente de todos los pasos que estaba siguiendo su hija. También confesó que las habilidades culinarias las heredó de su abuela, en ningún caso de ella, que nunca ha sido muy amiga de las ollas y de las sartenes.
Las fuerzas empezaron igualadas en la primera prueba, la que le valió a Félix Gómez para conseguir su billete al cara a cara final. En la segunda eliminatoria, la que se celebró en el restaurante que el "reality" tiene en la capital, se demostró el compañerismo que ha reinado esta edición entre los fogones. Sin embargo, Falcó se impuso a Boris Izaguirre y Vicky Martín Berrocal con suficiencia y se ganó el aplauso de los cocineros con estrellas Michelin que ejercieron como comensales.
Precisamente el compañerismo fue una de las cualidades ocultas que Tamara Falcó ha logrado mostrar en el concurso. Su imagen de "pija" y "superficial" ha quedado en un segundo plano para dar paso a una joven educada y simpática, tal y como la han definido a lo largo de estos meses en las redes sociales. Además, se hizo dueña y señora de una plaza siempre difícil de torear: Twitter.
Lo que está claro es que Falcó no pasó desapercibida. Su tonteo con Jordi Cruz (con amago de beso incluido) llegó hasta el último programa a pesar de que el juez ya no esconde su relación con Rebecca Lima. El cocinero no se cortó en llamarla "Tammy" ni siquiera delante de Isabel Preysler, y también se mostró dispuesto a acudir al hogar Preysler-Vargas Llosa en Navidad. Si la chispa que surgió entre fogones llega a convertirse en llama o fue un mero producto televisivo solo lo dirá el paso del tiempo. Lo mismo que su amistad con Los Chunguitos, una dupla artística que ayer Isabel Preysler confesó no conocer.
En el lado contrario se sitúa la "bronca" que estalló entre la ganadora y Anabel Alonso, la única de los "celebrities" que han participado en esta edición que ayer no estuvo presente para apoyar a los dos finalistas. Los jueces aseguraron que la actriz tenía compromisos profesionales que le impisieron acudir a la señalada cita. En la tribuna sí que estuvieron, vestidos con sus mejores galas, Almudena Cid, Ana Obregón, Ana Milán o Juan Avellaneda.
Falcó aseguró que la destreza con los fogones que ha ganado en los últimos meses le será de gran utilidad en la vida diaria. No en vano, ha demostrado su interés por la nutrición, más aún después del cambio radical que ha sufrido su figura en los últimos tiempos.
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