Vicente Ruíz “El Soro”, ante la gravedad de su estado, se casa con Eva Rogel horas antes de operarse

La gravedad del estado de salud de Vicente Ruíz “El Soro” no ha impedido que celebre su boda con Eva Rogel, su inseparable compañera, a pocas horas de ser sometido a la última operación con la que se pretende acabar con el foco de la sepsis que a estado a punto de costarle la vida. La operación ha resultado un éxito pero la luna de miel deberá esperar. Su estancia en el Hospital Clínico de Valencia será larga.

El año 2020 quedará marcado en su calendario vital como uno de los más complicados de su vida. No había hecho más que empezar el año, cuando un infarto de miocardio provocó el ingreso hospitalario de urgencia del que no se ha recuperado. Sobrevivió al estallido de su corazón pero un viejo enemigo le esperaba para precipitarlo de nuevo al vacío: el causante de las 40 operaciones que le obligaron a retirarse en 1994.

Y es que los problemas de salud de Vicente Ruiz ‘El Soro’ no se reducen sólo al corazón. Su palmarés quirúrgico es según el propio diestro de Guinnes. “Tengo el guinnes de las operaciones”-decía el torero en 2018, recordando .las más de 70 operaciones que ha sufrido y que le obligaron a retirarse cuando estaba en su plenitud profesional.

Fue una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda lo que provocó su retirada de los ruedos en 1994. Aquella lesión Después tuvo que ser operado hasta en 40 ocasiones para recuperar la movilidad en las piernas. No sería hasta dos décadas después, tras serle implantada una pierna biónica, cuando cumplió su sueño de volver a los ruedos. En 2015, “El Soro” se despedía de los ruedos en la plaza de Valencia por la puerta grande.

Cinco días después de la operación provocada por las tres anginas de pecho que sufrió a principios de enero, el torero recibía el alta hospitalaria pero regresaba el 20 de enero en estado muy grave. Su pareja, Eva Rogel relataba a la agencia EFE que “no sabíamos qué le ocurría. Le dieron el alta y, de repente, se le inflamó la rodilla y tuvieron que sacarle líquido. Su estado era horrible porque no podía hablar casi, todo el día estaba durmiendo, es que no era él” .

En el Hospital 9 d’Octubre volvió a ser operado de su rodilla izquierda pero el grave cuadro clínico al que se enfrentaba seguía siendo tan grave que tuvo que ingresar en la UCI: los riñones no le funcionaban, no oxigenaba y tenía la tensión muy baja. Fue entonces, cuando se decidió trasladarle en una ambulancia medicalizada a otro hospital para ser sometido a diálisis. Cuando llegó al Hospital Clínico de Valencia según su pareja “entramos ya prácticamente estaba en fallo multiorgánico”.

La rodilla le había provocado una sepsis generalizada que derivó en fallos renales y una parada multiorgánica . Los suyos se temían lo peor: “Creíamos que se iba”, llegó a comentar su pareja. Su cuadro era crítico pero los antibióticos comenzaron a hacerle efecto y el torero comenzó a evolucionar favorablemente burlando una vez más a la muerte.

Su amigo y compañero Javier Vázquez compartía con los medios su alegría y confiaba en su recuperación. Aseguraba que se encontraba mejor y que “era una mejoría con el tratamiento de antibióticos, pero el antibiótico no mata la bacteria de la infección en la prótesis”.

La única manera de acabar con la infección, cuyo foco se encuentra en la prótesis de titanio, era una nueva operación con el objetivo de extraer la prótesis y ponerle unos tensores de última generación. Horas antes de entrar al quirófano, el torero se casaba con su pareja Eva Rogel, su inseparable compañera desde hace años.

La información la confirmaba el diario “Las Provincias”. Según este medio la boda ha sido oficiada por el alcalde de Foios, Sergi Ruiz i Alonso y en presencia de su hijo Tito, que vive en Estados Unidos, pero ha estado al lado de su padre en estos duros momentos. El enlace civil tenía lugar en el Hospital Clínico antes de la intervención programada para el mediodía del jueves por el Doctor Cavadas, el mismo cirujano que le implantó la pierna biónica y le ha operado más de treinta veces.

La operación ha durado tres horas y media y se ha realizado con anestesia epidural. Aún no se sabe cuanto se prolongará su estancia en el Clínico de Valencia. Hasta que remita la infección y se vea cómo evoluciona el diestro la “luna de miel” continúa entre la UCI y su esperado traslado a planta.