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Julio Iglesias: ¿por qué vuelves a cantar?

Jesús Mariñas confiesa que le produce temor e incertidumbre la reaparición musical del cantante

Cádiz.- Julio Iglesias actuará en Concert Music Festival de Chiclana el 14 de agosto
Julio Iglesias, en una foto de archivolarazonEUROPA PRESS

Fue hace seis años en Aranjuez durante un rosado atardecer. Fue espléndido tiempo que ensombreció el esperado Julio Iglesias con un concierto muy singular que no dejó buen recuerdo a los allí presentes. Es lo que hoy evoco ante el chocante anuncio de tres nuevas actuaciones previstas para agosto, ninguna en Madrid, Barcelona, Valencia ni Sevilla como los grandes escenarios españoles que siempre ha visitado.

Los lugares elegidos han sido Fuengirola el día 5 de agosto, dentro del Festival Marenostrum de la ciudad malagueña; en el Teatro Romano de Mérida, el 28, en el marco del Stone & Music Festival, donde ya ha agotado las entradas; esta misma semana ha confirmado una nueva actuación en el Concert Festival de Chiclana de la Frontera el 14 , donde también están llamados grandes figuras actuales, como Pablo López, Manuel Carrasco, Miguel Poveda y David Bisbal, entre otros.

El cantante, de 76 años, también cantó en el enorme Riazor de La Coruña, «sua terra nai», aunque tan solo por el refilón paterno. Iglesias es un apellido muy corriente tal como el Pérez que encabeza mis apellidos. Lo perdí gracias a un director barcelonés que dirigía «La Prensa» vespertina –entonces la había y competíamos con «El Noticiero Universal». Luego apareció «Tele Express» y acabó de hundirnos. Yo escribía diariamente una página de siete columnas –increíble hoy día– que me tenía moribundo, ansioso y en crisis de agotamiento total. Entonces hubo un director al que disgustó que yo firmase Jesús Manuel igual que hacía en el coruñés «Ideal Gallego» y corrigió lo que encontró cateto y un fallo.

Julio Iglesias actuará el 5 de agosto en Marenostrum Festival en Fuengirola
Julio Iglesias actuará el 5 de agosto en Marenostrum Festival en FuengirolalarazonRIFF PRODUCCIONES

–«Se llamará Mariñas, nada de nombres propios» –justificó, modificó y me rebautizó sin duda con acierto. Todo se lo debo al nombre, porque sigo así, ya lo ven, intentando explicarles lo que extrañó pero no causó sorpresa por el alejamiento que Julio hizo de su casi «terra nai» y el resto del país. Desapareció como caído en combate. Hoy apuesta por resucitar, que de eso se trata y nos produce a la vez miedo, morbo y melancolía. Qué tiempos aquellos en que lo seguía, siempre pagado por la revista de turno ya que Fraile solo se encargaba –y bastante hacía– de incluirme como uno más de su grupo, y me daban el hotel y el alojamiento «todo incluido».

No escondo las expectativas por esta reaparición musical en nuestro país, con entradas a precios de los más grandes –500 euros nada más y nada menos–, pero me causa cierto temor. A veces una retirada a tiempo es un triunfo y deja un buen recuerdo de años mejores.

Hijo de papá

Ojalá me equivoque y triunfe en la tercera edad como en el Olimpya parisiense Bruno Coquatrix puso en pie el atardecer de un debú al que siguieron otras actuaciones memorables. Estuve en Egipto cuando nos recibió el presidente Sadat que estaba de vacaciones en Alejandría y José María Castellví lo retrató ofreciendo delicias en una bandeja enorme, –lo mataron al mes siguiente– que como todos, acabó fatal con Julio –hablo de Fraile, de Castellví al que su hermano Carlos repudiaba, del fidelísimo mayordomo y de tantos otros–.

Decían que Jain Sadat estaba más enamorada del divo que de su «Canto a Galicia, terra do meu pae». Es un grave error porque allí le llamamos «pai». Confiemos, tengamos esperanza porque Julito –así lo llamaba su padre, el doctor Iglesias Puga que lo adoraba más que a Carlos, el hijo ginecólogo, del que decían era capricho de mamá y llegó de rebote–, aunque acabó firmando autógrafos, sigue actuando mundo adelante donde todavía lo hace igual que el francés Charles Aznavour con 90 años espléndidos muy ovacionados.

No era su ejemplo porque pretendía ser un Gilbert Becaud. África y Asia son más auténticos en la veneración, de ahí su querencia hacia lo que Julio llamaba despectivamente ¡la tierra de las cabras!, si sería cabrón...