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Así habla Corinna de su relación con todos los miembros de la familia del Rey, incluida Doña Sofía
Aunque asegura que siempre intentó evitarlos, conoció a los tres hijos de Don Juan Carlos y a su esposa, la Reina Sofía, quién reconoce “fue muy distante”. Todos sabían la naturaleza de su relación con el Emérito.
En la última entrevista de Corinna Larsen al semanario francés Paris Match, la princesa alemana de origen danés, habla sin tapujos sobre cómo conoció a cada uno de los miembros de la Familia Real española, quienes conocían perfectamente la relación que le unía al viejo monarca. De todos ellos, guarda especial buen recuerdo de Doña Letizia, con quién da a entender que hubo buena sintonía en el encuentro que tuvo, en un acto público en el año 2006, dos años después de que la alemana organizara la luna de miel de los Príncipes de Asturias.
Tres meses después de conocer a Don Juan Carlos en la finca del Duque de Westminter en Ciudad Real, el Monarca le encarga a la que entonces era directora de una armería inglesa, la planificación del viaje de novios de Felipe y Letizia. Sin embargo, según revela la propia Corinna, el primer encuentro con los Príncipes de Asturias no se produciría hasta dos años después, en 2006, con motivo de la entrega de los Premios Laureus, considerados los “Oscar del deporte”.
De aquel encuentro, que asegura que resultó especialmente embarazoso para el Príncipe Felipe, destaca la actitud de Doña Letizia hacia ella. “Doña Letizia estuvo absolutamente encantadora"-dice Corinna. En la cena previa a la entrega de los Premios Laureus, Corinna se sentó lo suficientemente cerca de la Familia Real como para poder charlar con Doña Letizia. Al acto acudió el Rey, los Príncipes de Asturias y los duques de Palma, todos ellos fueron conscientes de las miradas de complicidad y cariño de Don Juan Carlos y la alemana. No es de extrañar que el Príncipe Felipe no guarde buen recuerdo del día que conoció a la amante de su padre. De sobra es conocido la especial afinidad y el amor que siente don Felipe por su madre y cómo ha sufrido por los continuos desplantes y deslealtades de su padre a la Reina. Pero lo que nadie imaginaba que podía vivir era comprobar con sus propios ojos que Corinna no era otra más de la interminable lista de conquistas de Juan Carlos de Borbón. Con ella, el Rey tenía una familia paralela a la oficial. Una familia real, aunque no formaba parte de la Familia Real.
La escena que, por fortuna, no captaron las cámaras de aquella entrega de premios, organizada por la empresaria alemana, a la que acudieron el Rey Juan Carlos y los Príncipes de Asturias, tuvo lugar antes de que diera comienzo el acto oficial. Corinna había acudido acompañada de su hijo Alexander, que tenía entonces cinco años y consideraba al novio de su mamá, como un segundo padre. Según ha contado Corinna a Paris Match, el Rey “no intentaba ocultar lo que había y todos sabían de mi existencia”. Pero lo que no sabían era que para Don Juan Carlos, Alexander era un hijo más: “Yo estaba con mi hijo que tenía entonces 5 años y cuando el Rey llegó, lo cogió en brazos sin ocultar lo que sentía”.
Aunque la ex princesa Zu Sayn-Wittgenstein, ya no puede usar el título al contraer nuevo matrimonio su ex, el príncipe Casimir asegura que, durante el tiempo que duró su relación con el Rey, trató de evitar el contacto con su familia más directa, llegó a conocer a todos y a compartir avión con la Reina Sofía en un viaje oficial a Arabia Saudi. La “Reina fue poco comunicativa y mantuvo la distancia”-ha asegurado Corinna. Un viaje en el que la Reina ejercía de consorte oficial frente a los medios pero en el que Don Juan Carlos se hacía acompañar por la alemana, cuando los objetivos no estaban cerca.
Juan Carlos estaba tan enamorado que poco le importaba mantener las apariencias, ni siquiera en presencia de la Reina. En aquel viaje oficial a Arabia Saudí, Corinna viajó en el mismo avión militar que la Doña Sofía, escogidos empresarios españoles y la corte de periodistas que cubren la agenda real. Cuentan que incluso el Rey se sentó en el avión al lado de su amante, algo que a nadie entonces pareció extrañarle. Ni siquiera a Doña Sofía, con quién Don Juan Carlos no sólo no tenía ninguna complicidad sino incluso apenas contacto. Los actos en los que la Reina Sofía participó eran en solitario mientras Corinna ejercía de acompañante oficial del Jefe del Estado español y alternaba con la realeza saudita.
Para Corinna, todo estaba justificado por “el acuerdo que ellos tenían para representar a la Corona en lo público” pero en lo privado “cada uno tenía su vida”. Una situación que los tres hijos de Don Juan Carlos conocían y tenían que tolerar ya que, según dice, “los hijos sabían muy bien que sus padres vivían separados, cada uno en un ala del palacio. La reina Sofía pasaba mucho tiempo en Gran Bretaña”.
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