Kate Middleton y Victoria Beckham, nuevas reinas de Europa

No pretenden competir, pero las comparaciones se hacen inevitables cuando se trata de figuras tan públicas y, además, tan populares. Sus apariciones se miran con lupa y sus estilismos son escrutados hasta el más mínimo detalle. Entre otras cosas, porque marcan tendencia, cada una en su estilo. Sin embargo, en esta ocasión, Victoria Beckham ha destacado sobre Kate Middleton, aunque con muy poco margen de diferencia. La famosa plataforma multimarca Farfetch daba a conocer ayer la lista de las diez mujeres mejor vestidas de Europa, basada en un estudio que realizan de forma anual. Y la diseñadora se ha hecho con el primer puesto, a tan solo cuatro puntos de la duquesa de Cambridge.

Juega con ventaja: se dedica profesionalmente al mundo de la moda y su estilo es aplaudido con frecuencia por las principales cabeceras del sector. «Femineidad máxima, elegancia contemporánea y prendas que evitan las estridencias». Así describía la revista «Vogue» el estilo de Beckham recientemente. Exquisita en todas sus apariciones, mide con precisión los conjuntos para que todo resulte casi perfecto. Desde que sacó su línea de Victoria Beckam refinó al extremo su estilo y adoptó un aspecto más «lady». Comenzó a apostar por prendas «body conciuis» que resaltan la figura femenina, pero siempre minimalista. Rigor y armonía en las proporciones, sin sobrecargas innecesarias, mucho «color block» –en raras ocasiones estampados– y cierta evolución hacia los tejidos fluidos, que se prestan a una figura más lánguida.

Lo sorprendente es que en este «ranking» se haya coronado Middleton como la segunda mejor vestida, ya que es la única «royal» que aparece de entre todas las que forman parte de las diez familias reales europeas. Ni Máxima de Holanda –siempre alabada– ni Magdalena de Suecia ni la Reina Letizia. Kate se ha abierto paso entre las habituales de este estudio, siempre asociado a «celebrities», modelos, diseñadoras y blogueras expertas en moda.

Quizá su secreto radique en la habilidad que tiene para combinar piezas de grandes marcas de moda, como Alexander MacQueen y Stella McCarteney, con prendas low cost de Massimo Dutti o Zara. Precisamente eso fue lo que propició en su día el nacimiento del «efecto Kate»: todo lo que luce se agota al instante. Elegante, atemporal y con un punto de sofisticación inherente a la vida institucional de la casa real británica, la duquesa de Cambridge tiene uno de los armarios más deseados.