Indignado con el acuerdo al que ha llegado el estafador Paco Sanz con la fiscalía, José Mota empieza a dar por “perdidos” los tres mil euros que entregó en 2013 al conocido como “hombre de los dos mil tumores”. El individuo en cuestión pactó una pena de prisión de dos años, que seguramente no cumplirá, y la promesa de devolver el dinero estafado, algo que nadie cree, a la vista de la personalidad del sujeto. Y del nulo respeto a los estafados.

Mota ha ordenado a su abogado que analice al dedillo el proceso para ver si es factible interponer él el futuro nuevas acciones legales contra Sanz, al que acusa de “mantener una conducta lamentable y vergonzosa”.

José le da más importancia al daño moral infringido a los estafados que al dinero entregado para curar una presunta grave enfermedad que no era tal.