Realeza

Charlène de Mónaco, princesa a la fuga en Sudáfrica

La princesa no se deja ver por el principado desde el mes de enero. En la retaguardia, una nueva prueba de paternidad de Alberto de Mónaco

Charlène de Mónaco
Charlène de MónacoPool/ABACAGTRES

Como a mediados de la primera década de los años 2000, el nombre de Charlène de Mónaco ocupa de nuevo los titulares de los principales medios europeos a consecuencia de los rumores que, una vez más, circulan sobre su matrimonio. Desde hace tiempo, vuelven a sonar con fuerza las habladurías de que su relación con el príncipe Alberto hace agua y que la opción del divorcio ya se ha puesto sobre la mesa. Como viene siendo costumbre, desde el principado no se confirma ni se desmiente la situación actual por la que atraviesa la pareja, un silencio que no hace más que acrecentar las sospechas. Pero es la distancia que Charlène Wittstock mantiene con su marido lo que ha terminado de inflar unos rumores que vienen sonando desde su boda en el año 2011. La exnadadora olímpica no se deja ver por el principado de Mónaco desde el pasado enero, y se sabe que permanece afincada en su Sudáfrica natal hace ya cuatro meses. Lo que en principio iba a ser un viaje de pocos días, ha terminado alargándose más de medio año, puesto que no será hasta el próximo octubre cuando la princesa consorte regrese al pequeño estado que le otorgó la corona.

La propia Charléne achaca a unos problemas de salud su alarmante demora a la hora de volver a casa junto a su marido. «Tengo un problema de salud en mis oídos y los médicos han encontrado que tengo una infección ORL. Algo que necesita tiempo para curarse», ha explicado en South Africa 702, una emisora de radio de su tierra natal. Sobre los rumores de crisis con el príncipe Alberto, la exdeportista se muestra tajante: «Alberto está siendo mi roca en estos momentos tan difíciles». Unas palabras que no terminan de convencer a buena parte de la opinión pública, y ya no solo por el evidente distanciamiento que se ha impuesto entre ellos, sino por el escándalo de paternidad que ha salpicado al príncipe Alberto.

Imagen de Archivo de Charlene de Mónaco. EFE/EPA/SEBASTIEN NOGIER
Imagen de Archivo de Charlene de Mónaco. EFE/EPA/SEBASTIEN NOGIERSEBASTIEN NOGIERAgencia EFE

Una mujer brasileña asegura que su hija de quince años es fruto de una breve relación sentimental que mantuvo con el entonces heredero de Mónaco en 2004, a quien ha solicitado varias pruebas de ADN para determinar si realmente es el progenitor de la joven. De ser así, se trataría de la quinta hija del príncipe Alberto, que ya cuenta con los mellizos Jacques y Gabriella, fruto de su matrimonio con Charlène; y Alexandre y Jazmin Grace Grimaldi, concebidos durante sus romances con Nicole Coste y Tamara Rotolo, respectivamente. La ‘desaparción’ de Charlène del Principado de Mónaco coincide con el momento en que se iba a celebrar la primera vista del proceso judicial que se ha abierto para esclarecer la paternidad del príncipe Alberto con la chica de quince años, pero, a consecuencia de la pandemia de coronavirus, la cita en los tribunales se pospuso hasta septiembre, más o menos cuando la princesa consorte tiene pensado regresar al microestado.

Hay quien encuentra en esta sincronía pistas suficientes para explicar las razones de la ausencia de la exdeportista, que se mantiene en un inusual segundo plano desde entonces. Por primera vez desde que se conoce su relación con Alberto, Charlène ha faltado a una de sus citas favoritas: la inauguración de unas Olimpiadas, en esta ocasión en Tokio. Por su condición de exnadadora, a la princesa consorte le apasiona participar en el mayor evento deportivo del mundo, pero este año no se ha dejado ver en los Juegos. Una vez más, sus problemas de salud son el pretexto perfecto para explicar por qué no coincidió con su marido en la capital nipona. En la salud y en la enfermedad, decían...