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La crónica de Mariñas: Letizia cautivó en su viaje de Estado con su juvenil elegancia

«Dio una lección de equilibrio, juventud y conjunción indumentaria, algo sencillo pero fácil de exaltar»

La Reina Letizia en la la bienvenida oficial en Suecia.
La Reina Letizia en la la bienvenida oficial en Suecia.Jesus BrionesGTRES

Ha sido algo más impactante que el resto de la actualidad. Nada la superó. Cualquier cosa se esperaba menos ver reconciliarse a Belén Esteban y Rosa Benito. Infartante. Nadie confiaba en tal desenlace de esta pareja siempre entrañable desde hace veinte años. Parecía irrompible y se separaron por causas, celos o cabreos nunca sabidos ni explicados. Quizá lo cuenten algún día si están de buen talante y deseosas de largar. Ojalá sea pronto porque sino será un sinvivir, y no estamos para ese tipo de angustias ni anhelos. Semejante reconciliación merece portadas, sonido de clarines y tambores. Quizá, incluso, una recepción majestuosa incluyendo a los Reyes en el Palacio de Oriente. Ellas lo merecen todo porque se han convertido en un símbolo social, alquien a quien imitar aunque no resulte fácil ni falta que hace. Encarnan «la otra España» más próxima, cercana y entendible que la muy enjoyada que frecuenta el Palacio Real y lugares parecidos. Algunos todavía se la cogen con papel de fumar sin reparar que conviene mucha prudencia y atención para que no se excedan ni cometan errores imperdonables. Volquémonos al elogiarlas y valorarlas. Que no cambien, varíen ni muden un comportamiento hasta ahora inédito o intocable y desde hoy tan a la vista de cualquier crítico. Ya pueden prepararse. Seguro que recibirán.

Y que no será poco como tampoco lo son los elogios que la mayoría dedica a Doña Letiziatras su viaje de Estado por Suecia. Aseguran que deslumbró con su encanto y guardarropa. La verdad es que se necesita seguridad y personalidad para ponerse alguno de los turbantes casi cayéndole por la frente. Parecía salida de una película de los años 60. Dio una lección de equilibrio, juventud y conjunción indumentaria, algo aparentemente sencillo pero difícil, bien equilibrado y fácil de exaltar. Le damos un sobresaliente. Y nos satisface comprobar que es la Reina más atrevida y al tiempo discreta y sencilla indumentariamente hablando que hemos tenido.