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Biografía real

El desencanto de una reina: lo que Isabel II pensaba realmente del príncipe Harry

Una nueva biografía revela la decepción silenciosa de la monarca ante el distanciamiento y los desplantes de su nieto favorito

La Reina Isabel II, junto al Príncipe Harry y Meghan Markle en una imagen de archivo larazon

A pocos días de cumplirse el tercer aniversario del fallecimiento de Isabel II, una voz autorizada en el universo de la realeza ha roto el silencio. La biógrafa Sally Bedell Smith, autora de varios libros sobre la monarquía británica, ha desvelado con franqueza los sentimientos más íntimos de la reina hacia su nieto, el príncipe Harry. Una revelación que arroja nueva luz sobre una herida emocional que, según quienes la conocieron, jamás terminó de cicatrizar.

Fue el 8 de septiembre de 2022 cuando la reina más longeva de la historia británica murió en Balmoral, su residencia favorita en Escocia, a los 96 años. Para entonces, la grieta entre Harry y el resto de la familia real ya era pública y dolorosamente evidente. Desde su salida oficial de la institución en 2020 junto a Meghan Markle, el duque de Sussex parecía haberse exiliado emocional y geográficamente. Montecito, California, reemplazó a Londres. Las cámaras de Netflix, a las de Buckingham.

Desconcierto

En una serie publicada en su newsletter "Royals Extra", Bedell Smith ha compartido detalles inéditos de sus conversaciones con Lady Elizabeth Anson, prima y confidente de la Reina. Según el testimonio, Isabel II vivió con profunda tristeza y desconcierto la transformación de Harry: "Después de haber logrado el reinado más increíble, él lo ha mancillado. Le hizo más daño de lo que uno se puede imaginar", habría dicho la monarca, en la intimidad, a través de Lady Elizabeth.

El príncipe Harry besando a su abuela, la Reina Isabel IIStuart C. Wilson©GTRESONLINE

Uno de los episodios más amargos, según relata la autora, ocurrió en los días previos a la boda de Harry y Meghan, celebrada en mayo de 2018. "Harry fue grosero con su abuela”, afirmó la biógrafa, insinuando que aquella discusión marcó un punto de no retorno en su relación. La Reina, siempre diplomática en público, habría sentido que “la relación con su nieto nunca volvería a ser la misma".

A la decepción se sumaron gestos que, para Isabel II, fueron auténticas heridas. La ausencia del pequeño Archie en la visita de despedida a Reino Unido en el Día de la Commonwealth de 2020 fue uno de ellos. También le dolió profundamente la abrupta salida de la pareja y el desdén hacia Frogmore Cottage, una residencia que la Reina les había obsequiado, renunciando incluso a parte de su privacidad personal.

En vida, Isabel II jamás dejó traslucir sus sentimientos. Sin embargo, las palabras de Bedell Smith -reflejadas también en Vanity Fair- dibujan una figura matriarcal decepcionada, herida por el nieto al que amaba. Una reina cuya historia final se escribió no solo en los libros, sino en los silencios rotos de una familia fracturada.