Familia real británica

Eduardo de Inglaterra celebra sus 60 años y los 25 de matrimonio con su esposa Sophie

La pareja se conoció en 1993 en el transcurso de un partido de tenis benéfico, y tras seis años de relación sentimental se casaron en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor

El príncipe Eduardo de Inglaterra
El príncipe Eduardo de InglaterraGtres

Hoy celebra su sesenta cumpleaños y dentro de tres meses el veinticinco aniversario de su matrimonio con Sophie Rhys-Jones. El príncipe Eduardo de Inglaterra, y duque de Edimburgo, es el único de los cuatro hijos de la fallecida reina Isabel II que no se ha separado de su pareja.

El rey Carlos III lo hizo de Lady Diana Spencer, el príncipe Andrés de Sarah Ferguson y la princesa Ana de Mark Phillips. Eduardo, que se sepa, no ha vivido una gran crisis con su esposa en este cuarto de siglo de tranquila convivencia. Son padres de dos hijos, Louise y Jacobo.

La pareja se conoció en 1993 en el transcurso de un partido de tenis benéfico, y tras seis años de relación sentimental se casaron el 19 de junio del 99 en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, rompiendo así la tradición de la familia real británica de hacerlo en la abadía de Westminster o la catedral de San Pablo.

Su amor hacia su marido está a prueba de bombas, tal y como demostró esta semana en el discurso que pronunció durante la entrega de premios de la Community Sport and Recreation Alliance en el estadio Headlingey.

Los condes de Wessex, el príncipe Eduardo, hijo menor de Isabel II de Inglaterra, y su esposa, Sophie Rhys-Jones, a su llegada
Los condes de Wessex, el príncipe Eduardo, hijo menor de Isabel II de Inglaterra, y su esposa, Sophie Rhys-Jones, a su llegadaA.Carrasco RagelAgencia EFE

Sophie le dedicó unas amorosas palabras delante de todos los asistentes, definiéndole como “mi modo esposo ha sido mi guía, me ha mostrado el camino a lo largo de los años. Me ha brindado mucha ayuda y consejos, y sus conocimientos e instintos, perfeccionados durante décadas de servicio, son incalculables. Es el mejor padre, el amigo más cariñoso y mi mejor amigo,”

Las frases conmovieron de tal forma a Eduardo que no pudo reprimir las lágrimas por la emoción. Tras finalizar el discurso se fundió en un abrazo con la madre de sus hijos,

Los que le conocen bien le tienen como un hombre sencillo, discreto y enemigo de los halagos. Ni le gusta figurar ni presume de su condición de miembro de la familia real de su país. Jamás ha dado un escándalo, al contrario que su hermano Andrés, y lleva una vida tranquila y dedicada, al igual que su mujer, a colaborar con asociaciones benéficas.