
Irreverente
Estupor por una parodia del príncipe George: gay y aficionado a las drogas y al bondage
Nueva York ha estrenado, fuera del circuito de Broadway, "Prince Faggot", una obra que sitúa al nieto de Carlos III en 2032 como un joven de vida disoluta

La imagen que transmite el príncipe George, un niño reservado que asume con impecable formalidad sus deberes como nieto del rey Carlos III y segundo en la línea de sucesión al trono británico, no coincide con el retrato que ofrece estos días Nueva York fuera del circuito de Broadway en una obra que lleva como título irreverente "Prince Faggot", escrita por Jordan Tannahill.
La representación sitúa al hijo mayor del príncipe de Gales en 2032 y aparece como un estudiante gay, de vida relajada y amante de las fiestas. "En esta tragicomedia metateatral, un grupo de artistas queer y trans se embarcan en un experimento mental, imaginando al futuro heredero al trono británico viviendo una vida similar a la suya. Considerando cómo las fuerzas del poder, el privilegio y la colonización influyen en las vidas queer, 'Prince Faggot' ofrece una visión cruda y radical de la mayoría de edad queer", se lee en una descripción de la obra en el sitio web de Playwrights Horizons, donde se presenta.
Novio indio
Sobre el escenario, el personaje que encarna al príncipe George presenta a sus padres a su novio indio, Dev. A continuación, la obra hace una parodia de las reacciones y el revuelo mediático que sigue al anuncio oficial de su relación, imaginando comentarios en internet como "Me alegra que alguien le esté echando un toque picante a ese pudín de Yorkshire".
Según informa "The Telegraph", los personajes aparecen desnudos durante escenas de sexo explícito. Por eso, los teléfonos están prohibidos durante la función. Además, experimentan con poppers, ácido y fetichismo sadomasoquista. "Este príncipe George ficticio aparece en cautiverio y comparte la perversa fantasía de ser paseado como un cachorro", detalla este medio. La parodia ha desatado gran indignación entre los británicos, mientras que en Nueva York al público le ha resultado indiferente.
Según los productores Soho Rep y Playwrights Horizons, "cualquier parecido entre el príncipe Faggot y hechos reales es pura coincidencia, pero la idea de un príncipe británico gay se ha convertido en un minigénero por derecho propio". De hecho, no es la primera ficción estadounidense que juega con esta idea.
La homosexualidad no sería problema en la Casa Real
En cualquier caso, la homosexualidad no plantearía ningún problema a la Familia Real británica y la actitud sería mucho más respetuosa que la de este grupo teatral. En 2019, el príncipe William contestó a esta cuestión con absoluta naturalidad en una sesión de preguntas y respuestas. "Si tu hijo te dijese: Soy gay o soy lesbiana, ¿cómo reaccionarías?”. El heredero aprovechó la pregunta y se explayó sobre el tema. "Creo que no piensas en eso hasta que eres padre y, obviamente, me parece perfecto. Lo único que me preocuparía -teniendo en cuenta el papel que tendrán mis hijos- es cómo se interpretaría y sería visto".
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