
Polémica
Marius Borg, el Hannover de Noruega: reconoce su adicción a la cocaína y que se pondrá en tratamiento
El hijastro de Haakon de Noruega, heredero de la Corona, fue detenido la semana pasada por agredir a su novia. Se trata de un escándalo sin precedentes en el país

El grave escándalo que ha salpicado a la Casa Real noruega sumó ayer una nueva página. Marius Borg, hijo de la princesa Mette-Marit fruto de una relación anterior a su matrimonio con el heredero Haakon, fue detenido la semana pasada tras agredir a una mujer a la que provocó una conmoción cerebral. La prensa local ha confirmado que la futura reina del país nórdico ha visitado a la víctima para mostrarle su apoyo y pedirle perdón en nombre de toda la familia, y poco después ha sido su malogrado primogénito quien ha movido ficha en busca de limpiar su maltrecha imagen pública.
Marius Borg ha emitido un comunicado a través de su abogado, el letrado Øyvind Bratlien, en el que no solo confirma las graves acusaciones que se le imputan, sino que reconoce que aquella noche ingirió sustancias estupefacientes y que sufre desde hace años una adicción contra la que lleva tiempo luchando y por la que retomará su tratamiento. «El fin de semana pasado ocurrió algo que nunca debería haber ocurrido. Cometí daños corporales y destruí objetos en un apartamento mientras estaba intoxicado con alcohol y cocaína tras una discusión. Tengo varias enfermedades mentales que hacen que a lo largo de mi infancia y mi vida adulta haya tenido y siga teniendo problemas. He luchado con el abuso de sustancias durante mucho tiempo, por lo que he estado en tratamiento anteriormente. Ahora retomaré este tratamiento y me lo tomaré muy en serio», asegura en la primera parte del escrito.
Además, Borg confirma que la mujer agredida es su pareja, y sorprende al seguir hablando de ella en calidad de su novia, pese a la brutal agresión sufrida: «Para mí, lo más importante es pedir perdón a mi novia. Ella no se merecía lo que pasó aquella noche, ni se merecía la presión extrema de la prensa noruega y extranjera después. Ser perseguido por fotógrafos y periodistas en un momento así, sé que ha sido duro de sobrellevar». De momento, se desconoce la identidad de la chica, aunque pocos días antes de estallar el escándalo la prensa noruega relacionó al «no príncipe» con Rebecca Helberg Arntsen, una camarera a la que habría conocido durante una noche de fiesta.

Marius finaliza el comunicado pidiendo perdón a su familia por la grave crisis de reputación en la que su escándalo les ha sumido, e insiste en señalarse como el único culpable de lo sucedido y en asegurar que aceptará todas las consecuencias que se devengan: «Quiero pedir disculpas a mi familia. Sé que mis acciones os han afectado mucho. Quiero ser responsable de lo que he hecho, y me explicaré de manera honesta ante la policía».
Reacciones familiares
Teniendo en cuenta la gravedad de lo ocurrido, los pesos pesados de la Corona noruega no tardaron en ejecutar un plan de acción para intentar contener la controversia todo lo posible. Primero, y con la clara intención de evitar preguntas incómodas, la princesa Mette-Marit tuvo que cancelar su agenda oficial a última hora, y aunque se esperaba que acudiera, como el resto de royals europeos, a los Juegos Olímpicos de París el pasado 6 de agosto, finalmente Haakon fue el único que ese lunes se dejó ver por la capital francesa, intentando parecer ajeno a las aventuras y desventuras de su hijastro.
Sin embargo, y ante la presión de la prensa que exigía explicaciones al futuro rey del país, Haakon rompió su silencio en el canal de televisión TV2 y dejó clara su preocupación por la situación que afronta el hijo mayor de su mujer. «Es un asunto serio cuando la policía está involucrada como lo está», declaró en una muestra de la importancia que toda la familia da a lo sucedido. Aun así, el hijo del Rey Harald V no quiso entrar en muchos más detalles y expresó que «no es correcto que yo entre en el caso ahora», desviando la conversación con el periodista de nuevo a lo relativo a los Juegos Olímpicos.

Aunque Marius no tenga títulos o derechos dinásticos, no hay que olvidar que se trata del primogénito de la futura reina, y su detención, sumada a otras polémicas familiares como la relación de la princesa Marta Luisa con el chamán Durek Verrett, ha llevado a buena parte del país a preguntarse qué tipo de imagen está dando una familia cuyo comportamiento se espera ejemplar.
Todo ha ocurrido, para colmo, a pocos días de la boda de Marta Luisa y el chamán, que se celebrará el próximo 31 de agosto. Un encuentro en el que, hasta ahora, se esperaba la presencia de todos los miembros de la familia, pero en el que podría haber bajas de última hora para evitar que algunos invitados pudieran deslucir la ceremonia y desviar la atención de los novios, los verdaderos protagonistas de la jornada.
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