Triste noticia
Muere la princesa Ira de Furstenberg en Roma
La princesa, uno de los rostros más conocidos por la jet set marbellí, ha fallecido de manera repentina a la edad de 83 años
Italia se encuentra en estos momentos de luto al perder a un personaje tan icónico de su jet set. En la tarde del 19 de febrero los medios italianos se han encargado de transmitir la triste noticia de que la princesa, que fue bautizada como Virginia Carolina Tereza Pancrazia Galdina von Fürstenberg, había fallecido en Roma a la edad de 83 años.
El tratamiento para la princesa Ira de Furstenberg era de Alteza Serenísima y su título no pasó desapercibido entre la sociedad italiana. Sin embargo, la hija del príncipe austro-húngaro Tassilo von Fürstenberg y de Clara Agnelli, nieta del fundador de Fiat, tenía en su mente un lugar preferido: España, más en concreto Marbella. Nuestro país fue para ella el destino perfecto al que regresaba siempre que tenía ocasión. La última vez fue en su ochenta cumpleaños. Para la ocasión se encargó de organizar una fiesta en el madrileño Palacio de Liria, donde se encargó de hacer llamar a la flor y nata de la alta sociedad española: Isabel Preysler, Eugenia Martínez de Irujo, Carmen Martínez Bordiú o Fernando Fitz-James y su mujer Sofía Palazuelo. Con la compañía de las personas que eran más importantes para ella no dudo en afirmar que “Ahora que ya estoy bien, ¡estoy tan aliviada que me volvió la vida al cuerpo y la alegría a la cara!”.
Ira contrajo matrimonio a la tierna edad de 15 años con Hohenlohe-Langenburg, un empresario marbellí y fundador del Marbella Club, puede que de ahí le viniera su gran amor por esta ciudad. Aunque este enlace se terminó rompiendo en 1960, con él tuvo a sus dos mayores felicidades: Christopher y Hubertus.
Sin perder la esperanza en el amor, la princesa Ira pronto volvió a ilusionarse con Francisco ‘Baby’ Pignatari, el que fue sin duda el hombre de su vida y quien más la ayudó para alcanzar sus objetivos. Tal fue el apoyo y la seguridad que le dio que no dudo en perseguir su sueño: ser una actriz. Su trayectoria en la industria dio su pistoletazo de salida cuando apareció junto a Patrick O’Neal en “Sin rival”. Pero su interés por el arte no terminaba en la actuación. La princesa Ira protagonizó también exposiciones con objetos muy peculiares que reunió durante sus viajes a la India, Filipinas o Nepal.
Lo que siempre tuvo claro es que su corazón estaba en España y lo demostraba regresando siempre que podía a Las Monjas, un cortijo adquirido en el siglo XIX por la familia de Hohenlohe-Langenburg y en el que hasta el marqués de Griñón llegó a instalar algunos viñedos.
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