Crecen los problemas

Los nuevos vecinos de Guillermo y Kate, en pie de guerra tras ‘robarles’ sus bosques

Su mudanza a Forest Lodge genera mucha polémica entre quienes deben renunciar a un enclave que han pagado entre todos durante años

El príncipe Guillermo y Kate Middleton
El príncipe Guillermo y Kate MiddletonGtres

Las prioridades cambiaron radicalmente para Kate Middleton y el príncipe Guillermo cuando el cáncer entró en sus vidas. La enfermedad a la que ha hecho frente la princesa de Gales ha trastocado el ranking de preocupaciones, estando ahora por encima de cualquier otra consideración el bienestar y la protección de sus hijos. Eso le empujó a guardar silencio en un principio sobre su batalla por recuperar la salud, así como el deseo de vivir en el campo alejado de la atención mediática y el revuelo generado por cada uno de sus movimientos.

Pero ahora que se siente con fuerzas renovadas, la familia ha entendido necesario adaptarse a las nuevas circunstancias. Y es que, como herederos al trono británico, su seguridad es una cuestión de vital importancia y quizá eso ha primado en su deseo de hacer las maletas e iniciar una mudanza a un nuevo refugio. Es por eso que abandonan las estancias de Adelaide Cottage para comenzar una nueva vida en Forest Lodge, más acorde a su categoría y con medidas de seguridad más precisas para evitar sustos del pasado. Eso sí, no esquivan la polémica.

Críticas a los príncipes de Gales por su nueva mansión

El traslado del heredero al trono británico y su familia está generando ríos de tinta. No tanto porque ahora vayan a gozar de mayores comodidades y privilegios, pues se les aplaudió mucho en su día que renunciasen al lujo y la ostentación para criar a sus hijos de manera más austera. Deseaban que sus tres vástagos tuviesen contacto directo con la naturaleza, dando valor a lo que les rodea y no tanto al mundo que un día heredarán como líderes. Pero ha llegado el momento de la verdad y poner rumbo a la ingente mansión de Windsor Great Park, rodeada por vastas extensiones de terreno para su uso y disfrute exclusivo. Y ahí está la queja popular.

Esta mansión de ocho habitaciones fue adquirida por la corona británica en 1829 y ahora será el hogar de los príncipes de Gales, sus tres hijos y su equipo de empleados a su servicio. Pero antes de ocupar sus estancias deben acomodarla. Especialmente en materia de seguridad, para que no se produzcan sustos a finales de año, cuando está prevista su mudanza definitiva. Pero sus nuevos vecinos ya han alzado la voz en su contra. Primero porque se forzó a que dos familias fuesen desplazadas de la zona, ahora porque las medidas de seguridad les han privado de un bien que se consideraba común para la comunidad de residentes.

Rodeando la finca hay 150 hectáreas de vegetación, que logran que la residencia de 18 millones de euros esté en pleno contacto con la naturaleza. Pero las tareas para acomodar al príncipe Guillermo y Kate Middleton han crispado los nervios de sus vecinos. Cámaras de seguridad apuntan no solo a la vivienda, también a todo lo que les rodea. Se han levantado vallas para proteger la zona y se han plantado también altos árboles para protegerles de miradas indiscretas.

Pero lo que ha molestado a muchos es que se haya rediseñado los terrenos circundantes y se hayan cambiado los límites, lo que impide a los vecinos acceder a un parque que ha sido sufragado con el dinero de todos los vecinos. Ahora es privado. Ahora es exclusivamente de los príncipes de Gales y no lo consideran justo. “Muchos de nosotros llevamos 20 años paseando a nuestros perros por aquí, así que nos digan que ya no podemos hacerlo es un golpe muy duro. Pagamos anualmente para el mantenimiento de un parque, pero ya no nos van a permitir usar una parte. Solo nos han avisado con unos días de antelación para decirnos que esta sección del bosque se va a cerrar definitivamente. Ahora tendré que coger el coche para ir más lejos y sacar a pasear a mis mascotas para que puedan correr sin problemas”, denuncia un vecino a ‘The Sun’.

“Claro que es decepcionante, porque a mi perro le encanta estar aquí. Venimos cada pocas semanas y ahora tenemos que buscarle otro lugar a kilómetros de aquí para que pueda correr tranquilo. Pero bueno, entiendo perfectamente que la seguridad de Guillermo, Kate y su familia es de suma importancia, así que debemos asegurarnos de que puedan vivir felices aquí”, destaca el vecino de los príncipes, que a pesar de su enfado, entiende el fin por el que se ha rediseñado el terreno que, por otro lado, es propiedad de la corona británica.