Su otra cara

El príncipe Guillermo “El Terrible”, según ‘París Match’

A pesar de la mala fama de su hermano Harry, él también ha protagonizado sus fechorías de pequeño y ha tenido “rabietas” de mayor

El príncipe Guillermo
El príncipe GuillermoGtres

Mucho se ha publicado a lo largo de los años de las controversias que ha protagonizado el príncipe Harry. El hijo del rey Carlos III de Inglaterra y la desaparecida princesa Diana era el travieso de la familia. El papel del hijo bueno lo interpretaba el heredero, el príncipe Guillermo. Así fue durante su infancia, hasta que en la adolescencia las travesuras se convirtieron en polémicas. A golpe de escándalo se ganó una fama de rebelde, que le sigue acompañando a día de hoy. Incluso casado y con dos hijos se le considera la oveja descarriada de la familia, por haber protegido su amor por Meghan Markle y mudarse a Los Ángeles.

Mientras que Harry el travieso acaparaba todas las miradas, su hermano Guillermo seguía dando pasos hacia el trono. Siempre se le ha adjudicado el buen hacer y se le considera un digno heredero, pero no ha logrado escaparse de la mirada crítica. De él también hablan mal e incluso dicen que guarda una cara oculta que no muestra al público. Eso es lo que sostiene la revista francesa ‘París Match’, que se ha propuesto en su última publicación centrar el foco en el supuesto mal genio del marido de Kate Middleton.

Los “repentinos ataques de ira” de Guillermo

Desde la prensa gala siempre se han interesado por las casas reales europeas. Especialmente el citado medio, que suele llevar a su portada a la familia real española y a la británica con cierta asiduidad. Esta vez le ha tocado el turno al príncipe Guillermo, muy a su pesar, pues en esta ocasión no tienen intención de mostrar su mejor faceta. Precisamente todo lo contrario. Y es que hablan de “repentinos ataques de ira”, explicándolas como las que suelen tener los niños pequeños cuando no consiguen lo que desean: “Si las cosas no son como él quiere, se enfada y el cabreo puede durarle horas”, asegura una fuente consultada por el medio francés.

El príncipe Guillermo junto al príncipe Harry
El príncipe Guillermo junto al príncipe HarryTOBY MELVILLE

Explican además que este comportamiento es debido a su educación. Siempre ha estado rodeado de personas a su disposición para hacerle la vida más sencilla. A su servicio para cumplir sus demandas. Le sería complicado aceptar el no por respuesta, algo relatan sucedía desde pequeño. No tenía límites y siendo un niño era muy travieso. Recuerdan cómo disparaba con su pistola de agua a todo aquel que se encontraba por su camino dentro de las estancias de palacio, empapando al personal. También que siendo más mayor recorría los mismos pasillos con montado en un mini Jaguar XJS descapotable, causando destrozos a obras de arte y muebles de gran valor histórico.

La princesa Diana se divertía mucho con las ocurrencias de su primogénito, mientras que el por aquel entonces príncipe Carlos le preocupaban. Podía dar más margen a Harry a la hora de sus travesuras, pero esperaba más de su heredero. Aun así, eran cosas de niños y se las apañaban para divertirse en palacio con sus fechorías. Sonadas han sido las del hermano pequeño, pero las de Guillermo le hicieron ser llamado por los trabajadores en Buckingham como “El Terrible”, según ‘París Match’. De ahí que expliquen que de pequeño fue a una guardería para interactuar con otros niños y rebajar su nivel de exigencias. Fue complicado adaptarse, pero estuvo tres años: “El príncipe perseguía a sus compañeros en el patio amenazándolos con mandarles a los guardias de palacio porque “mi abuela es la verdadera reina””, gritaba.

Lady Di junto a Guillermo y embarazada de Enrique
Lady Di junto a Guillermo y embarazada de Enriquelarazon

“Guillermo es un niño mimado por el que siempre han hecho todo los demás, aun así, es menos mimado que su padre”, sentencias desde ‘Paris Match’, que ha consultado al escritor Tom Quinn al respecto. El experto en libros sobre la familia real británica destaca que “el príncipe Guillermo tiene rabietas y se irrita si las cosas no se hacen a su gusto”. Lo mismo que sostiene Ian Pelham, otro experto entrevistado por el diario galo: “Es imposible trabajar con él, es inagotable su afán por triunfar y tiene intolerancia por todo aquel a quien considera necio”.