La reina Camila da el último parte de salud de Carlos III antes de su operación de próstata

El rey Carlos III de Inglaterra atraviesa problemas de salud que, pese a mantenerse que no son graves, sí que le han obligado a prescindir de los servicios de su curandero oficial y volver a la senda de la medicina tradicional. Y es que difícilmente es tratable el problema de próstata que padece con ungüentos y buenas intenciones. En su caso, su recuperación pasa por una operación quirúrgica, como así quisieron anunciar desde el palacio de Buckingham con total naturalidad, en un ejemplo de transparencia que no se practicó una hora antes con Kate Middleton y su propia intervención y hospitalización. Pero la preocupación sigue ahí, pues son pocos los detalles que se conocen más allá del escueto comunicado oficial. Pero su esposa, la reina Camila, ha ayudado a calmar, en parte, esta angustia por el desconocimiento.

Ahora mismo, la consorte del rey Carlos III es la única esperanza de la corona británica. ¿Quién lo diría tan solo un tiempo atrás? Pero es así. Kate Middleton está ingresada y no retomará sus funciones como princesa de Gales hasta pasada la Semana Santa. Lo mismo el príncipe Guillermo, que se ha cogido la misma baja para estar al lado de su mujer. Esto, con el rey y los herederos al trono fuera de combate, deja sola a la reina Camila. Y así está cumpliendo, retomando sus quehaceres en representación de la familia real británica. Lo ha hecho presidiendo la inauguración de una iniciativa en la Galería de Arte de Aberdeen, en Escocia.

Allí, durante el acto, han sido unos guardias reales quienes se han atrevido a preguntarle a la consorte real cómo se encuentra el monarca ante la inminencia de su operación de próstata. Quizá la pregunta haya surgido porque Camila se hizo de rogar al acudir al evento, pues llegó tarde. Nadie la culpó, bastante tiene ahora en la cabeza con casi toda su familia de baja. Así, ella no ha tenido reparo alguno es responder con naturalidad: “Está bien, muchas gracias. Está deseando volver al trabajo”, mantenía con una amplia sonrisa dibujada en su rostro.