El clan Middleton se moviliza para estar más cerca de Kate

A pesar del rotundo comunicado con el que la Casa Real británica ha respondido a los rumores de cáncer de Kate Middleton, el hecho de que no se haya desvelado el problema concreto de su salud provoca mayor inquietud en los ciudadanos. Tampoco es muy tranquilizadora la única imagen, hasta el momento, de su esposo, el príncipe Guillermo visitando a Kate con el rostro muy serio. El jueves, a mediodía, el heredero al trono fue fotografiado cuando abandonaba la clínica conduciendo su propio coche, un Audi. En el asiento de copiloto iba un miembro de seguridad y, detrás, en un Range Rover, le seguían otros escoltas.

 El ingreso de Kate para ser sometida a una cirugía abdominal programada, de la que se está recuperando, ha obligado a movilizar también las agendas de sus padres, Carole y Michael, y las de sus hermanos, Pippa y James, al menos durante las próximas dos semanas. Han cancelado cualquier cita o evento previsto y es posible que ninguno volverá a la normalidad hasta que la princesa de Gales se encuentre perfectamente recuperada. Según la información proporcionada, la operación fue exitosa, pero, además de permanecer en la clínica entre diez y quince días, deberá continuar su convalecencia en su domicilio de Adelaide Cottage, en Windsor.

Durante este tiempo, será William quien se ocupe de sus tres hijos, con la ayuda de la niñera española María Borrallo, que siempre ha estado presente y cuenta con la confianza absoluta de la familia. Pero serán sus padres quienes asuman una responsabilidad mayor con el fin de que su hija encuentre el descanso y la tranquilidad que necesitará, sobre todo una vez que regrese al hogar. Según ha informado Daily Mail, todo el clan ha ajustado sus agendas para estar lo más cerca posible de ella y preparar su feliz regreso a Windsor.

Este no es el mejor momento para Carole y Michael Middleton, cuya fortuna millonaria ha sufrido un gran revés a causa de las pérdidas económicas de su empresa Party Pieces, vendida recientemente. El matrimonio fundó este negocio dedicado a los suministros para fiestas infantiles en 1987. El éxito les hizo millonarios y se permitieron enviar a sus tres hijos a escuelas y universidades de élite, donde Kate conoció al heredero.