VIP

La crónica de Lomana: Días de vino y rosas

Disfruto mucho de mi casa en Marbella, nada me gusta más que cuidar mis flores que con este clima crecen de una manera impresionante

Carmen Lomana durante este verano en Marbella
Carmen Lomana durante este verano en Marbella@carmen_lomanaInstagram

Esta semana se emitió en TVE el programa «Lazos de Sangre» dedicado a Marbella. Ha sido un éxito total. Pocas veces después de una emisión tanta gente estaba encantada por lo bien que lo había pasado viéndolo, y es que Marbella es un destino fantástico que ofrece todo lo que un turista puede desear. Unido a su estupendo clima y a ofertas de entretenimiento y restauración, tiene una leyenda de glamour y gentes que visitaron esta ciudad formando parte de su historia. Era la llamada «jet set», nombre que viene dado porque viajaban continuamente, en una época en la que hacerlo era privilegio de unos pocos y mucho menos en jet privado. Se encontraban y saludaban en las salas Vip de los aeropuertos. De la misma forma que estaban en Marbella podías encontrarlos en Capri, St.Tropez, Portofino o Palm Beach.

Todas estos personajes se aglutinaban alrededor de Alfonso de Hohenlohe. Esta familia fue atrayendo a sus amigos de la realeza centroeuropea que encontraban divertidísimo pasar unas vacaciones sencillas y disfrutando de fiestas que organizaba el príncipe Alfonso en un pequeño hotel que había creado con su padre, el mítico Marbella Club. Por ahí pasaron estrellas de Hollywood como Liz Taylor, Sean Connery, también Audrey Hepburn y Brigitte Bardot que disfrutó de un verano recién casada con Günter Sachs.

Carmen Lomana y Antonio Banderas
Carmen Lomana y Antonio BanderasCarmen LomanaLa Razón

La vida son etapas y Marbella ha pasado por muchas, pero de todas ha salido triunfante por más que intentaron algunos gobiernos socialistas cargársela. Pero, sin embargo, ellos venían y estaban encantados. Ahora después de los oscuros momentos de pandemia, está como hace tiempo no la había visto: a reventar de gente. Han abierto lugares preciosos y la oferta de restaurantes y de hoteles es magnífica.

Carmen Lomana con Santiago Segura en la Gala Starlite
Carmen Lomana con Santiago Segura en la Gala Starlitelarazon

Mi vida aquí procuro que sea relativamente tranquila. Disfruto mucho de mi casa, nada me gusta más que cuidar mis flores que con este clima crecen de una manera impresionante. Cuando me despierto bajo al mar y es mi felicidad absoluta poder bañarme un rato sin gente. Después, subo a casa a desayunar. Veo y organizo cosas pendientes de trabajo y otra vez al mar, al chiringuito del Marbella Club que, sin duda, es el más bonito de la Costa del Sol, al menos para mí. Es mi momento de felicidad. No me gusta hablar ni estar con nadie, siempre vienen amigos a verme pero les digo que sea a última hora de la tarde. El atardecer en el chiringuito con buena música es un momento estupendo para compartir. La vida social aquí es imparable y agotadora por lo que procuro dosificar, algo a veces imposible. Me gusta ir a los conciertos de Starlite de vez en cuando y quedarme después en el «Prive» tomando algo y bailando. Disfruto mucho de cenas con amigos, en sus preciosos jardines, también en mis restaurantes favoritos.

Carmen Lomana
Carmen LomanaCarmen LomanaLa Razón

Se ha inaugurado un mexicano que les recomiendo. Se llama 11:11 Societé seguro que les gustará. Este año «El Patio» del Marbella Club para míes lo más, con Kike DJ que anima con una música que nos hace ponernos a bailar solos. Otro clásico es la Gala de la Fundación Starlite que preside Antonio Banderas. En esa fiesta se despliega toda la elegancia y glamour marbellí; las mujeres, luciendo fantásticos vestidos de noche y joyas. Se recauda una gran cantidad de dinero gracias a la generosidad de los asistentes pujando por los diferentes objetos que se subastan. Estos fondos puedo asegurarles que se distribuyen en distintas asociaciones benéficas. Al día siguiente, brunch en casa de Sandra García-Sanjuán para celebrar el cumpleaños de Antonio, un Leo como yo, que cumple el 10 de agosto, –yo lo hago el 1–. Así, poco a poco, de fiesta en fiesta, nos plantamos en el día 15 y pasamos el ecuador del verano. Pero aún nos quedan muchos días de «vino y rosas».