Moda
Una alfombra champán con vestidos a juego en los Oscar
La elegancia clásica marca el ritmo de la pasarela, en un desfile donde brilló el optimismo de los colores claros
Había serias dudas de cómo iba a responder la alfombra con su nuevo color, un champán elegido entre los cincos tonos distintos que se barajaron para la noche del domingo. Los Oscar quieren cambiar y empezaron por lo más llamativo, aunque dio la sensación de que las actrices no tuvieron muy en cuenta la nueva tonalidad de esta pasarela y los colores claros, como los pasteles y nude, se impusieron. Lo lucieron Jamie Lee Curtis, con una creación de Dolce & Gabbana, y Ana de Armas, de Louis Vuitton en corte sirena, rindiendo un homenaje al famoso vestido de Marilyn Monroe. Fue la más elegante de entre las nominadas. Michelle Williams, de Chanel; Mihelle Yeoh, de Dior; o Emily Blunt, más que espectacular con una creación de Valentino, fueron otras de las que apostaron por las tonalidades más claras de la velada.
Cara Delevingnesorprendió con su dramático diseño de Elie Saab, en un poderoso color rojo. De él destacaba la lazada del hombro y la apertura de la pierna derecha, un detalle que también vimos en otras actrices como la australiana Nicole Kidman, de Giorgio Armani, y en Florence Pugh, también de la firma Valentino. Y si la paleta cromática estuvo muy bien representada en su totalidad, las siluetas que se impusieron fueron principalmente dos: si bien algunas, como Lady Gaga, apostaron por grandes volúmenes en las faldas, sobre todo se vieron vestidos con cola, como el de Gucci de Jessica Chastain, el diseño de Rodarte para Kate Hudson, o el de dos piezas de Louis Vuitton, de Cate Blanchett, y siluetas tubo, como fue el caso Jennifer Connelly, también de Vuitton, o Andie MacDowell, con un sencillo y elegante vestido de escote asimétrico que firmó Saint Laurent.
Chaquetas cruzadas
En el apartado masculino, poco se puede decir más allá de que esta fue una de las ceremonias más discretas que recordamos. Andrew Garfield, de Fendi; Michael B. Jordan, de Louis Vuitton y con dos espectaculares broches de Tiffany & Co., y Austin Butler, de Saint Laurent, defendieron la tendencia de las chaquetas cruzadas, frente a la originalidad y el riesgo, que solo se vio en contados casos, como los de Paul Mescal y Lorenzo Zurzolo, ambos defendiendo propuestas «imposibles» de Gucci.
La presencia española, por su parte, se limitó a la fiesta Vanity Fair, donde pudimos ver al actor Manu Ríos, con el torso al descubierto gracias a un diseño de Ann Demeulemeester por Ludovic de Saint Sernin. La firma Mango, por su parte, aprovechó esta ocasión para presentar su colección cápsula de fiesta y vistió a la modelo Amber Valletta con el primer «look» de esta propuesta, una versión del esmoquin en color crudo.
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