Fashion Week
Roberto Torretta: «Que Amancio Ortega sea mi consuegro no altera mi tranquilidad»
El enlace de su hijo Carlos con Marta Ortega unió dos sagas, pero es solo una anécdota en una biografía que comparte (al menos un trocito) con LA RAZÓN
Roberto Torretta (1959) sigue sintiendo un pellizco en el corazón cada vez que las modelos desfilan con la última colección de la firma que lleva su nombre. No es miedo escénico, sino responsabilidad. En medio del torbellino de la Fashion Week, nos recibe para hablar de su moda y de algún trocito de su biografía, sin quebrantar su compromiso personal con la discreción. No es fácil teniendo como consuegro a Amancio Ortega y a su hija Marta como nuera Nacido en Buenos Aires y de origen italiano, sus creaciones, con permiso de los argentinos, ya son patrimonio nacional. Para ellos, la sensualidad del tango y ese característico acento que aún conserva Torretta.
Ha echado raíces en España y en ello tiene mucho que ver su mujer, la asturiana Carmen Echevarría. Ella tenía una tienda en la calle Almirante de Madrid y le inoculó la pasión por el oficio. Durante años, ese local fue el epicentro de la moda y vistieron a la última a todos los modernos de la época de la movida e iconos en sus años dorados. Con el tiempo, llegarían Marta Chávarri, la infanta Elena o Ana García Obregón, algunas de sus primeras clientas de postín.
Fiel al gusto londinense de Savile Row en la sastrería, ha presentado en esta edición un estilo menos convencional en cuanto a las proporciones de sus prendas y el corte, más atrevido y hábilmente ejecutado para ofrecer un «look» elegante y urbano. Juega con la elegancia de manera audaz alargando mangas, extendiendo hombros y despegando cinturas para conseguir el equilibrio en una silueta que forma la figura de un reloj de arena.
En otros tiempos, las modelos de Christian Dior hacían una reverencia desde la pasarela a Grace Kelly. ¿Cómo es su trato con las clientas?
El prêt-à-porter se coloca en tienda y no se presta a una cercanía. Cuando es un trabajo a medida, sí hay ese trato cordial, atento y exclusivo para que el resultado esté a la altura de lo que nos pide.
¿La mujer española viste bien?
Me sorprende el giro que ha habido en estas décadas. Sabe vestir y lo hace con un estilo muy propio. Tiene mucho criterio a la hora de elegir accesorios y combinar tejidos, prendas o cortes, buscando siempre lo que más le favorece.
Dígame un color, un accesorio o un toque que eleve una imagen.
Depende del estilo o personalidad, pero sí es cierto que un color, unas gafas, un bolso o un tacón pueden ser suficientes para cambiar por completo una imagen anodina o aburrida.
¿Cuál ha sido su mayor extravagancia personal o profesional?
En lo personal ha habido alguna. En lo profesional, también me he permitido alguna vez arriesgar demasiado. Unas veces me ha salido bien y otras no tanto, pero esa es la magia del diseño de moda. Hay que arriesgar y ver la respuesta de los críticos, el público o la prensa. Su criterio es decisivo. Por eso es tan imponente esta cita con la Fashion Week.
¿Recuerda qué momento marcó el nacimiento de Roberto Torretta como el referente de moda que es hoy?
No hubo un hecho puntual, sino un proceso hermoso de crecimiento con mucho trabajo, tiempo y cariño. Es algo impulsivo y no tomé consciencia de ello hasta pasado un tiempo. Hemos vivido años muy intensos, pero sin planificar hasta dónde deseábamos llegar. No había tiempo para ello.
¿Qué valores ha mantenido la firma desde sus orígenes?
Entiendo la moda como un compromiso muy importante con la sociedad y el tiempo que toca vivir. Quiero que mis colecciones transmitan esos mismos valores que me inspiran a mí. Mi apuesta por la calidad y la perdurabilidad es un ejemplo de ello. Ahora se habla del «slow fashion», pero es un concepto que en Roberto Torretta ha estado siempre presente.
La familia es su puntal. ¿Qué papel juega cada uno?
Mi mujer, Carmen, es la mejor comercial que puede tener la moda. Es el cerebro del negocio y yo el creativo. Mi hija María es la versión mejorada de los dos. Muy creativa y a la vez con mucho conocimiento del negocio. Será, sin duda, la sucesora de Roberto Torretta.
La curiosidad es infinita. ¿Qué supone tener a Amancio Ortega como consuegro? ¿La presión mediática es mayor?
No, de ninguna manera. Vivimos con tranquilidad. Formamos una familia fenomenal y discreta. No puedo decir nada más que estoy feliz con mis cinco nietos.
Padre e hija consiguen el acabado perfecto
Roberto Torretta y su hija María capean al alimón. La joven se incorporó oficialmente a la firma familiar en 2011, aunque sería más exacto decir que ya vino al mundo envuelta en delicado mohair. Su niñez transcurrió entre telas, agujas y desfiles. Del cole al taller showroom, fue aspirando la pasión por el trabajo y la distinción que aporta el minimalismo.
Discreta, como el resto de la familia, en su boda en 2015 con el empresario Jaime Rey, en Pedraza (Segovia) fue el maniquí ideal para conocer la colección de boda de la marca. Es madre de dos hijas y aporta a la firma la frescura de lo digital y las redes sociales, además de acentuar su conciencia ecológica.
El diseñador nos recibe en el 'Backstage'
El diseñador Roberto Torretta ha atendido a LA RAZÓN en mitad de la frenética jornada en la que presentaba sus propuestas para el invierno de 2024/2025 en la pasarela de MBFW Madrid.
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