Música

Tony Bennett, el hombre que salvó la vida de Lady Gaga

El legendario crooner ayudó a la «Madre Monstruo» en una etapa complicada de su carrera

Lady Gaga y Tony Bennett posan c mo imagen de H&M
Lady Gaga y Tony Bennett posan c mo imagen de H&Mlarazon

La última etapa de la carrera de Tony Bennett estuvo marcada por sus colaboraciones con otros artistas. En su álbum «Duets II» (2011), unió su voz a la de cantantes como Amy Winehouse, Aretha Franklin o Alejandro Sanz. Fue en este mismo disco donde colaboró por primera vez con una Lady Gaga que se encontraba en la cresta de la ola. «The lady is a tramp» supuso el inicio de una amistad que desembocaría en dos álbumes de estudio y dos premios Grammy. La pareja se llevaba 60 años de diferencia, un detalle que no les impedía transmitir una enorme química sobre el escenario. ¿Pero cómo se fraguó esta peculiar amistad?

El primer contacto entre Tony Bennett y Lady Gaga fue en 2011 durante la Gala benéfica de la Robin Hood Foundation. La cantante interpretó «Orange colored sky», y enseguida Bennett vio en ella a una potencial cantante de jazz. Las raíces italoamericanas de ambos los unieron enseguida y planearon colaborar en el disco de duetos de él. «The lady is a tramp» mostró una nueva faceta de Gaga y a partir de ese momento surgió la idea de grabar un disco juntos.

La carrera de Lady Gaga siguió su línea ascendente, hasta que en 2013 tocó fondo con su polémico álbum «ARTPOP». La diva del pop se había perdido entre extravagancias que iban desde el polémico vestido de carne hasta su actuación en el SXSW Doritos, donde una chica vomitó sobre ella. Su mánager la dejó de lado y todo lo que había construido desde su meteórico ascenso empezó a desmoronarse. Fue en ese momento cuando Tony Bennett recuperó la promesa pendiente de grabar un álbum conjunto y en 2014 lanzaron «Cheek to Cheek».

El disco sirvió para mostrar al público que Gaga era más que sus vestidos. Como muestra de gratitud, la cantante se tatuó un dibujo de Bennett en el brazo. Años después grabaron otro álbum, esta vez compuesto exclusivamente por canciones de Cole Porter, se tituló «Love for sale» y sería el último disco del crooner neoyorquino. En aquel momento, Bennett ya había sido diagnosticado de Alzheimer y su última actuación junto a Lady Gaga puso punto final a su carrera. Él la ayudó a volver a subirse a los escenarios y ella lo acompañó a abandonarlos.