Opinión
El diario de Amilibia: ¿Y si hubieran llegado al "Vale, vida mía"?
En lo de Francina Armengol y Koldo está la demostración de que hasta de la máquina del fango puede brotar el cariño
Cuando surge el tema de la corrupción, Pablo Iglesias primero carga contra Ayuso, faltaría más, y luego dice lo que sea menester. Por ejemplo: “Hay ejemplos históricos sobrados para entender que esta lógica (se refiere al caso Koldo/Abalos/Aldama/Armengol/Marlaska, Bego, Sánchez) no es un problema de nombres, de manzanas podridas, es la manera en que funciona el poder”. Joder, le grito al televisor, ¿entonces qué hacia él dentro del saco de manzanas cuando era vicepresidente del Gobierno? ¿Era la manzana sana que estaba ahí aprendiendo del pudrimiento de otras? ¿Era la manzana roja que dimitió para no contaminarse? ¿Era el gusano infiltrado en busca de una rubia manzanita para penetrarla y convertirla en su heredera en el imperio podemita? ¿Era la manzana que Eva le ofreció a Adán por la que fuimos expulsados del aquel paraíso y castigados al valle de lágrimas en el que seguimos pese a la revolución marxista?
No se sabe. Leo que Koldo escribía con especial afecto a la actual presidenta del Congreso, Francina Armengol, cuando el carnaval de las mascarillas. Él: “Perdona, no sé si estás de vacaciones, pero si puedes llámame”. Ella: “Es un día complicado”. Y él, amoroso: “Vale, cariño, te mantengo informada de todo”. Lo de Romeo y Julieta empezó con menos carantoñas. Ahí está la demostración de que hasta de la máquina del fango puede brotar el cariño, como nace la flor de loto en el lodo o en las aguas estancadas, entre detritos y podredumbre. Un poco más de correspondencia amorosa y Koldo habría llegado a “Vale, vida mía”, y entonces ¿qué no hubiera sido capaz de hacer por él la Armengol, flor de loto en el saco de las manzanas podridas?
Como dice Pablo, así funciona el poder. Qué mal pronuncian la jota.
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