Suceso

El escándalo histórico: El día que supimos del amor galo de la nieta de Franco

Dejó a Alfonso de Borbón por Jean Marie Rossi, un maduro anticuario francés

Carmen Martínez-Bordiú y Jean-Marie Rossi
Carmen Martínez-Bordiú y Jean-Marie RossiEfeAgencia EFE

El matrimonio de Carmen Martínez Bordiú con Alfonso de Borbón, duque de Cádiz, nunca debió celebrarse, estaba condenado al fracaso desde sus inicios. Ella reconoció que fue una boda sin fundamento, que se había casado con un hombre lleno de traumas, introvertido y solitario. Tuvieron dos hijos pero la situación no cambió. Por eso, Carmen buscó nuevos alicientes fuera de la vida conyugal.

Huida a París

En 1979 se desató el escándalo. La nieta favorita de Francisco Franco abandonaba a su marido y sus hijos siete años después de unirse matrimonialmente. El fantasma de la infidelidad hizo acto de presencia al desvelarse que se había ido a París para convivir con el anticuario Jean Marie Rossi, al que había conocido en un crucero un año antes cuando aún estaba casada con Alfonso. Dicen que el Borbón cayó en una tremenda depresión y que nunca dejó de creer que su mujer regresaría a su lado, a pesar de las evidencias. Él estaba muy enamorado de una mujer que no le quería.

Alfonso de Borbón y Carmen Martínez Bordiú contrajeron matrimonio en 1972 en la capilla del Palacio de El Pardo. En la imagen, los novios ante el infante don Jaime
Alfonso de Borbón y Carmen Martínez Bordiú contrajeron matrimonio en 1972 en la capilla del Palacio de El Pardo. En la imagen, los novios ante el infante don Jaime Agencia EFE

La sentencia de divorcio concedió la custodia de los hijos al padre, considerando que Carmen había abandonado sus deberes como madre. Fue en 1986 cuando se produjo la anulación eclesiástica, en la que se especificaba que «el matrimonio nació muerto». El duque alegó que su ex mujer era una persona poco madura, irreflexiva, libera, frívola y demasiado mimada por su abuela, Carmen Polo, esposa de Franco.

Una vida marcada por la muerte de su hijo Francisco

La historia de amor de Carmen y Jean Marie se mantuvo firme a lo largo de quince años, pero también acabó en fracaso. El mejor recuerdo de la española fue el nacimiento de su hija Cinthia. La vida le reservaba una enorme desgracia, la muerte de su hijo Francisco, en un accidente de carretera. En el coche iban también Alfonso y su otro hijo, Luis Alfonso, que, afortunadamente, salieron ilesos. Para Carmen, instalada todavía en la capital francesa con un hombre veintidós años mayor que ella, el golpe fue terrible. Imposible olvidar su rostro, durante el entierro de Francisco. No se le vio derramar ni una sola lágrima. Ella misma declaraba años después, en una entrevista con Bertín Osborne, que «cuando un dolor es tan fuerte se te secan las lágrimas».

Luego, llegaría el arquitecto Roberto Federicci, con el que estuvo nueve años. Después, el cántabro José Campos, con el que llegó a casarse en el 2006. Otro fracaso. Más tarde tuvo un romance Luis Miguel Rodríguez, y, finalmente, su último amor ha sido Tim Mackeague, un hombre treinta y cuatro años menor.