Inexplicable

Los errores nunca vistos de una reina del «cuore» llamada Isabel Preysler

¿Qué le pasa a la madre de Tamara Falcó? ¿Por qué entra en guerras que nunca han parecido importarle? Analizamos su primer tropezón

Isabel Preysler arriving Madrileño del Año 2022 awards in Madrid on Monday, 10 October 2022.
Isabel Preysler arriving Madrileño del Año 2022 awards in Madrid on Monday, 10 October 2022.Fernando de BlasGTRES

Isabel Preyslersiempre ha sabido manejar sus tiempos, tanto en su vida laboral como en la privada. A diferencia de sus hijas Tamara y Ana, ella no tiene representante que maneje su calendario. Su imagen ha estado unida a firmas importantes como los bombones Ferrero Rocher o Porcelanosa. En la firma de los Colonques aparecía tanto en los anuncios como en las inauguraciones de locales bajo el lema «Decora tus mejores sueños». Preysler fue una figura rentable comercialmente y dosificaba sus salidas ante la Prensa y en sus exclusivas en la revista «¡Hola!». Como dice Tamara: «Es nuestro álbum familiar».

Preysler ha sido su mejor representante en cualquier circunstancia, aunque la realidad poco o nada tuviera que ver con sus historia real. Manejó muy bien sus matrimonios y sus separaciones. Tanto en el caso de Julio Iglesias como en el del marqués de Griñón supo dar su versión, que como se vería después, poco tenía que ver con la realidad. Preysler se casaba enamorada, se desenamoraba y se volvía a enamorar del siguiente marido. Julio Iglesias, Carlos Falcó, Miguel Boyer y, por último, Mario Vargas Llosa. Hay que aclarar que cuando comenzó su relación con el escritor, meses después del fallecimiento del que fuera ministro de Economía, ella misma aclaró que se sintió viuda cuando Boyer sufrió el ictus. Una situación muy difícil, la del marido enfermo, que también supo manejar ante los medios. Cuando la preguntaban cómo se encontraba Boyer, respondía que muy bien y que evolucionaba favorablemente. No había que dudar de sus palabras, aunque las informaciones de amistades del exministro tristemente no eran tan positivas.

Así ha sido su evolución afectiva hasta que llegó a su vida Mario Vargas Llosa. Un mes antes de que la pareja hiciera pública su relación, el escritor celebraba sus bodas de oro con Patricia Llosa, en Nueva York. Una de las nietas publicaba en sus redes sociales ese encuentro familiar. Y de ahí la sorpresa para muchos. De nuevo, ella supo manejar esta historia y fue el Nobel el que aseguró que su matrimonio no era tal y sí más de conveniencia. Los hijos tomaron partido. El mayor Álvaro, con su padre. Morgana y Gonzalo, con la madre. Preysler, al margen.

Vargas Llosa participó en las apariciones sociales de su novia sin reparos. Todo parecía idílico hasta que en junio la revista «Semana» publicaba una noticia inesperada. No vivía en la mansión de Puerta de Hierro, sino en la que había sido la casa familiar en el centro de Madrid.

Y aquí comienzan los errores mediáticos de Isabel. Negó que hubiera problemas en su relación y que todo estaba perfecto cuando ya la historia no tenía vuelta atrás.

Cadena de errores

Esta información y muchas más que no favorecía al que había sido su pareja durante siete años las daría ella misma. Unas veces en su revista de cabecera y otras, a través de terceros. Afirmaba que Vargas Llosa era celoso, que ella asumía los gastos de la casa, que estaba muy bien atendido, que necesitaba que le arroparan antes de dormir y que le diera un beso en la frente, que no le había dejado antes porque le daba pena. Informaciones que por ser tan íntimas molestaron profundamente a los Vargas Llosa. El mundo literario estaba estupefacto ante esas informaciones directas de la novia del escritor. Las amistades de Isabel tampoco entendían este cambio de actitud de la amiga.

No quedo ahí la cosa e Isabel volvió a dar otra exclusiva. Y aquí comete otro error. Explicaba que Vargas Llosa había añadido unos comentarios que ella consideraba feos hacia su hija Tamara en una publicación del autor, cosa que se desmintió. Isabel no deshace el error y declara que su historia no daba para una novela. La pregunta que por ahora no tiene respuesta es qué le ha sucedido a Isabel Preysler para que haya manejado de una manera tan diferente esta separación. Habrá que esperar al nuevo capítulo en la vida de la «Reina de Corazones».