
Un lugar especial
Álex García transforma el duelo en amor: su regreso a "La isla de Tali" para honrar a Verónica Echegui
El actor visita el refugio gallego que enamoró a la pareja y comparte un mensaje de gratitud, vida y conciencia tras la muerte de la actriz, cuya memoria sigue guiando su camino

Desde la muerte de Verónica Echegui el pasado 24 de agosto, a los 42 años, el actor Álex García ha hablado con serenidad y hondura sobre el proceso de convertir la pena en algo luminoso. "Todo lo que viene, viene por algo, y está en mí transformar el dolor en algo hermoso", afirmó hace unas semanas. Y ahora, más que nunca, está decidido a cumplirlo.
En los últimos días, Álex ha regresado a un lugar que forma parte de la historia emocional que compartió con Verónica: "La isla de Tali", un refugio interespecie en las Rías Baixas que ambos descubrieron juntos durante la Semana Santa de 2024. A pesar de las idas y venidas sentimentales -rompieron y volvieron en varias etapas-, su complicidad, su amistad y su amor por los animales permanecieron intactos. Incluso llegaron a plantearse la maternidad, aunque la vida no les condujo por ese camino. Lo que sí les unió para siempre fue su vínculo con este proyecto.
Santuario
Situado en el pueblo costero de Nigrán, a orillas del río Miñor y a escasos minutos de Vigo, "La isla de Tali" es un santuario donde conviven perros, gatos, cabras, aves, pequeños roedores y hasta caballos. Un espacio que funciona como refugio y hogar para animales sin familia, gestionado con un cariño que se percibe en cada una de sus publicaciones en redes. Allí ha vuelto Álex García, no solo en busca de paz, sino también para agradecer y devolver parte del amor que recibe.
"Llevo 24 horas en la isla de Tali y solo puedo decir gracias", comienza en el vídeo que ha compartido, rodeado de animales y mostrando una sonrisa que mezcla nostalgia y consuelo. "Gracias por el amor con el que me habéis tratado desde que he llegado, el amor que veo en cada perro, gato, gallina, gallo, roedores… todos los seres que hay aquí". Sus palabras, más que un testimonio, parecen un mantra que le ayuda a habitar el duelo desde un lugar más amable.
El actor subraya el profundo aprendizaje que extrae de su visita: "Es un recordatorio de que hemos venido a convivir, y qué mejor camino que el del amor". Y aprovecha para concienciar sobre la importancia del cuidado animal y la colaboración con asociaciones como esta. Anima a quienes le siguen a visitar la web del refugio, donde pueden realizar donaciones, participar como voluntarios o incluso adoptar a alguno de los animales que esperan un hogar.
Pero el mensaje más íntimo llega al final. "Si algo me llevo de este día aquí, es amor. Amarse a uno mismo, y solo a partir de aquí empezar a amar y a cuidar a cualquier ser", afirma antes de lanzar un agradecimiento directo: "Gracias, Natalia. Un beso, y que viva el amor". Una dedicatoria que la propia asociación recogió con emoción: "Gracias a ti, Álex, por tanto cariño, y un abrazo muy fuerte al cielo, que desde allí nos cuida también".
Un acto sencillo, pero lleno de simbolismo.
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