Entrevista

Almudena Cid: "El deporte me enseñó a no parar aunque me lesione el alma"

La exgimnasta y actriz habla con LA RAZÓN sobre su apoyo a la lucha contra el cáncer y el buen momento vital y profesional que atraviesa

Almudena Cid en Elle For Hope
Almudena Cid en Elle For HopeGtres

Este 19 de octubre se celebra el el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, una fecha marcada en el calendario para recordar la importancia de la prevención y la inversión en investigación. Con este objetivo se celebró el pasado miércoles en el Palacio de Santoña de Madrid “Elle For Hope”, una gala benéfica para recaudar fondos y destinarlos a combatir una enfermedad que cada año se lleva a millones de mujeres en todo el mundo.

Entre los invitados se encontraba Almudena Cid, implicada además en otros proyectos que buscan aumentar la inversión en investigación. “Ahora estoy con otra campaña contra el cáncer que se llama ‘Quiero verte envejecer’, de Ausonia. Estoy feliz de que me hayan plasmado a través de la campaña lo bueno que es envejecer, porque siempre estamos peleando con el paso del tiempo, con las arrugas o las canas. Si eso no ocurriera, estaríamos en otro lugar…”, cuenta emocionada a LA RAZÓN.

La exgimnasta y actriz recalca la importancia de no perderse las revisiones pertinentes, puesto que un diagnóstico a tiempo suele traducirse en una garantía de supervivencia. Lo sabe por experiencia propia: “Afortunadamente, ya no existe ese tabú y cada vez es una enfermedad más visible con la que la gente está más concienciada. Mi abuela, por no ir con tiempo al hospital, incluso teniendo síntomas, cuando se lo detectaron ya era irreversible… Antes las mujeres tenían una mentalidad de ir lo justo al médico, ahora por fortuna estamos más concienciadas. Yo, por ejemplo, tengo mi revisión anual puesta en el calendario”.

-¿Cómo se encuentra a nivel personal?

Estoy bien, agradecida con la vida. Tengo una familia maravillosa, me han pasado cosas muy bonitas y ahora tiendo a valorar lo que tengo. No sé si es porque vengo de un deporte muy sacrificado, que cuando tenía una tarde libre me parecía oro. Le doy mucho valor a esos momentos. A veces la vida te da golpes fuertes, yo he perdido a un tío recientemente, pero son cosas que van a pasar de forma irremediable así que tenemos que saber estar felices cuando toca.

-¿Y cómo está su corazón? Ha venido muy bien acompañada… (de su pareja, Gerardo Berodia)

Estoy muy bien, de verdad. No me gusta hablar de mi vida personal, porque bastante he tenido, pero estoy muy feliz. Afortunadamente he tenido capacidad y arropo para superar momentos más complicados.

-¿Cómo superó esos momentos complicados usted?

Creo que los valores que adquirí como deportista me ayudaron. Cuando estaba lesionada no podía parar y seguía haciendo deporte a pesar del dolor. La rotura de un pie incapacita, pero no del todo. Yo he salido a competir con un pie roto, y cuando me lesiono el alma es un poco igual. No paro. Mi capacidad de gestionar ese tipo de problemas está marcada por mi carrera deportiva.

-¿Cuál es su peor recuerdo de cuando competía a nivel profesional?

Los dolores, porque además tengo secuelas. Todas las mañanas me duelen los pies, pero bueno, pienso que también me dieron muchas alegrías.

-¿En qué momento se encuentra ahora en lo profesional?

A raíz de la publicación de mi libro, “Caminar sin punteras”, estoy dando muchas conferencias en empresas. Por otro lado, estoy pendiente del estreno en 2025 de la serie “La suerte” en Disney+.

-¿Se podría decir que la interpretación es su otra gran pasión junto al deporte?

Es una profesión muy inestable la del actor. Pueden pasar años y no tener ningún proyecto. En el deporte sí te puedes planificar a cuatro años vista, hasta los siguientes Juegos Olímpicos. Sin embargo, pienso en una actriz mayor, con arrugas, sobre un escenario y creo que eso no lo podría hacer como gimnasta. Mi trabajo como actriz lo veo a largo plazo, sin embargo, como gimnasta, me llevaban retirando desde los 20. ¡Me llamaban vieja!

-Sin embargo, no se retiró hasta los 28…

Yo rompí ese techo de cristal. Veía a una bailarina de 40 años, con hijos, sobre un escenario y pensaba: ‘¿Por qué nosotras no podemos?’. No era coherente, nos poníamos una limitación a nosotras mismas. Hasta que no la rompí, la gente no ha entendido que una gimnasta rítmica puede estar perfectamente hasta los 30 años.

-¿Cree que hay diferencia entre hombres y mujeres? Ellos sí suelen retirarse más tarde en según qué deportes.

Creo que tiene que ver con lo que te transmiten en la infancia cuando empiezas en el deporte. Algunos, como en la gimnasia rítmica, aunque sea a nivel profesional, no llegas a ver un futuro porque no te consideran profesional, y esa es una de las batallas que he empezado a lidiar. Queremos que todos los deportistas coticen en la Seguridad Social, porque así el niño que empiece pensará que sí puede vivir de eso.

En el fútbol, por ejemplo, no ocurre, porque con 18 o 20 años ya comienzas tu vida laboral si eres profesional. Aun así, en fútbol femenino, se acaba de regular ahora un salario mínimo. Estamos a años luz de regular nuestra profesionalidad, cuando invertimos toda nuestra vida y nuestro ser en eso. Debería valorarse más nuestro trabajo porque influimos muy positivamente en la sociedad. Tiene que llegar el día en que tantos años de esfuerzo se vean reflejados en nuestra jubilación.