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Investigación

Sobre Anabel Pantoja y David: «Son una pareja sin fisuras, pero a prueba»

Un parte de lesiones de la pequeña Alma mantiene en vilo a la pareja y al país. LA RAZÓN habla con el entorno de la sobrina de Isabel Pantoja

Anabel Pantoja y David Rodríguez en una imagen de archivo Gtres

Anabel Pantoja y David Rodríguez se convirtieron en padres de Alma el pasado 23 de noviembre. En los meses previos al parto la futura madre iba mostrando el día a día de su embarazo en sus redes sociales. Y tiempo antes sus seguidores y la prensa nos enteramos a través de la revista «Lecturas» de que su estado de buena esperanza era de casi dieciséis semanas. Y a la tita Isabel le enviaba el día de sus cumpleaños el 2 de agosto una ecografía de la futura bebita con el siguiente mensaje: «Lo más importante es celebrar la vida. Te queremos, tu gorda y tu gordita». Para Anabel ser madre era una decisión prioritaria en su vida. Llegó a decir que si por alguna razón no tenía pareja no tendría inconveniente en tratarse para cumplir con su sueño. No hizo falta. Había conocido a David Rodríguez, fisioterapeuta de profesión, que trabajaba en la clínica que dirigía Mariló de la Rubia. Desde hacía varios años ella y su familia mantenían una amistad con la cantante. David y Anabel coincidieron en la gira por Estados Unidos. Como dice el refrán, el «roce hace el cariño». Y del cariño pasaron al enamoramiento y de ahí a buscar descendencia y compartir un proyecto de vida. Aunque los primeros meses no fueron fáciles. David vivía en Córdoba y Anabel tenía su casa en Arguineguín, una localidad de Gran Canaria. Y como decíamos al principio llegó Alma y su mamá daba la feliz noticia como siempre en sus redes con un mensaje emocionante: «Acabas de tatuarte en nuestra piel para los restos».

Anabel Pantoja y David RodríguezGtres

Nada hacía presagiar en esas fechas lo que sucedería cuarenta días después. La pequeña ingresaba en el hospital Materno Infantil de las Palmas de Gran Canaria. No había más información, pero sí que la situación era muy grave ya que viajaron desde la península Isabel y Agustín Pantoja y los hermanos Isa y Kiko. Desde hacía tiempo la relación entre madre e hijos era nula. Durante varios días nada se sabía de cuál habían sido las circunstancias de ese ingreso, pero sí comenzaron las especulaciones. Nada era lo que parecía. No fue hasta tiempo después cuando la información dio un vuelco. El periodista Francisco José Fajardo anunciaba en el programa de Canarias 7 la bomba. Un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) informaba de «la incoación de diligencias previas desde el 21 de enero a los progenitores, como presuntos responsables de un delito de maltrato infantil». La razón que se da para publicar ese dato era que ya había una filtración a los medios de la declaración de los padres en el juzgado de Instrucción número 3 de las Palmas. Estas comparecencias en sede judicial de la pareja acompañados se debían a que el informe rubricado por profesionales del hospital y un médico forense de unas lesiones era incompatibles con el relato que habían hecho David y Anabel. El 28 de enero Alma recibía el alta.

Disparidad de opiniones

Esta decisión por parte del organismo competente demostraba que no había peligro para la menor. Anabel quiso explicar la situación que habían vivido en una aparición en su Instagram. Hubo disparidad de opiniones ante sus palabras. Hubo muchos apoyos, pero también mensajes demoledores. Según contaban las amistades más cercanas: «Ni unos ni otros los leyó Anabel. Ella solo está para su niña, para su recuperación total, volver a su rutina y hacer una vida con Alma y por supuesto, con David. Son una pareja unida, que se quieren y que están pasando por un proceso muy doloroso y para los dos es una travesía del desierto. Por ahora no hay fisuras, aunque la situación es complicada. Lo bueno es que Alma evoluciona favorablemente», nos aseguran. Hay que recordar que fue precisamente cuando la bebé se encontraba con su padre en el coche esperando a Anabel a las puertas de un centro comercial cuando sucedió lo que derivaría en el ingreso hospitalario. A la hora de escribir este texto, la investigación sigue su curso para aclarar a qué se debieron las lesiones y porque la información que dieron los padres inicialmente no cuadraba con la de los profesionales. Se abrió el protocolo habitual: « A Anabel y a David les han llamado a declarar muy deprisa y les han dejado marchar sin ningún tipo de cargo porque no hay nada sospechoso. Es normal que declaren por separado», zanjan a LA RAZÓN.