Se declara culpable

Bárbara Rey acepta una pena de prisión de un año y ocho meses para salvar a sus hijos

La actriz ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía de Madrid. Reconoce el delito de alzamiento de bienes para evitarle problemas a Sofía y Ángel

Bárbara Rey
Bárbara Rey Gtres

A Bárbara Rey se le acumulan los problemas, pero parece que ha encontrado la forma de hacerlos frente para salir airosa. Al menos, para eludir la cárcel, que era su gran preocupación más allá de lo que sucede en el ámbito familiar. Acusada de un delito de alzamiento de bienes para evitar el pago a Hacienda de 143.902,24 euros, la vedette ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía de Madrid. Reconoce la autoría del delito, acepta una condena y, con ello, no solo evita pasar por prisión, sino también salva a sus hijos, tal y como han informado desde ‘Europa Press’ fuentes jurídicas y fiscales.

Bárbara Rey y Sofía Cristo saliendo de la Audiencia Provincial de Madrid
Bárbara Rey y Sofía Cristo saliendo de la Audiencia Provincial de MadridGTRES

Fueron varios los movimientos sospechosos que la actriz realizó para librarse del pago a Haciendo, lo que le hizo incurrir en un delito de alzamiento de bienes por el que tuvo que declarar este miércoles ante la Audiencia Provincial de Madrid, acompañada de su hija Sofía Cristo. No tuvieron que hablar, pues se hizo valer el acuerdo previo al que habían llegado ambas partes para solucionar el entuerto sin causar mayores estragos. Estuvieron en la sala tan solo unos minutos. Bárbara Rey y su hija reconocieron los hechos de los que se les acusaba, mientras que no fue necesario que lo hiciese Ángel Cristo, también envuelto en la trama, porque viajaba a Honduras para participar en ‘Supervivientes’ y ya había firmado su conformidad con el acuerdo que su madre había llegado con la Fiscalía de Madrid.

Así, Bárbara Rey se ha librado de la posibilidad de que fuese condenada a tres años y medio de prisión, mientras que sobre sus dos hijos pesaba una posible sentencia de dos años y medio. Con el acuerdo al que han llegado ambas partes, la vedette asumía toda la responsabilidad del delito de alzamiento de bienes, exculpaba a sus hijos y se responsabilizaba al pago de una multa de 1.800 euros. Además, gracias a dar su brazo a torcer y no dificultar más el proceso reconociendo su responsabilidad, la pena que se le ha fijado ha sido de un año y ocho meses de cárcel, lo que evitaría que entrase en prisión, como así detallaban desde el programa ‘Vamos a ver’ de Telecinco.

Ángel Cristo con su madre, Bárbara Rey, y su hermana Sofía Cristo
Ángel Cristo con su madre, Bárbara Rey, y su hermana Sofía CristoGtres

Estos problemas con la justicia de Bárbara Rey comenzaron el pasado 2011. Desde la AEAT se inició una investigación para ver qué sucedía con el pago del Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas de los años 2006, 2007 y 2008. Así, en noviembre de 2012, tras finalizar el proceso, se le reconoció una deuda a la artista de 135.031,21 euros por el primer ejercicio del 2006, a la vez que otra de 131.569,98 euros por el segundo ejercicio del 2007/2008. Tenía un plazo hasta el 20 de marzo de 2013 para ponerse al día en el pago de estas cifras, pero encontró otra vía, que le ha llevado a este nuevo problema que casi acaba con ella entre rejas.

Así, tal y como mantienen desde la Fiscalía, Bárbara Rey, “con ánimo de eludir dicha responsabilidad de pago y frustrar las legítimas expectativas de cobro de la AEAT”, pidió a su familia para que le ayudasen. ¿Cómo? Mediante 13 movimientos distintos “que tenían como objetivo la finalidad de generar la quiebra de las deudas contraídas, haciendo imposible el cobro de los mismos por sus legítimos titulares”. Así implicó a sus dos hijos, a su hermana y otra persona que le ayudaron a cometer este delito de alzamiento de bienes para justificar una inexistente situación de insolvencia y evitar así pagar a Hacienda. Ella, ahora, reconoce haber realizado este delito, exculpando a sus familiares y responsabilizándose de todo. Con ello evita que los suyos paguen las consecuencias judiciales de sus actos, a la vez que se libra de tener que entrar en prisión, que era su principal temor.