Belén Esteban no atraviesa su mejor etapa. La que durante años fue apodada "la princesa del pueblo" se enfrenta ahora a una crisis personal y profesional que ha vuelto a colocarla en el foco mediático, pero no precisamente por motivos de celebración. Su reciente fichaje por TVE ha sido recibido con frialdad, tanto por parte del público como de algunos sectores internos de la cadena pública. El resultado: audiencias en caída libre y una Belén visiblemente incómoda en La familia de la tele, el programa que marcaba su regreso a la televisión generalista.

Hace apenas unos días, la propia colaboradora verbalizaba en directo su malestar. Confesó no sentirse identificada con el formato, con los temas que se tratan y ni siquiera con sus propios compañeros de plató. Su intervención, que muchos interpretaron como una amenaza de abandono, generó un auténtico terremoto interno en RTVE. La reacción fue inmediata: varios directivos se reunieron "de urgencia" para rediseñar el programa, conscientes de que la situación era insostenible y requería medidas drásticas.

Andrea, en el extranjero

En paralelo a esta crisis televisiva, Belén ha mostrado su lado más vulnerable en redes sociales. En un gesto cargado de nostalgia, publicó una foto del pasado en la que aparece cargando en brazos a su hija, Andrea Janeiro. "Te echo tanto de menos...", escribió la colaboradora. Andrea, que reside en el extranjero y ha decidido llevar una vida alejada del foco público, sigue siendo uno de los pilares emocionales de su madre.

El mensaje ha sido interpretado por muchos como una llamada desde el vacío, en un momento donde la estabilidad parece haberle dado la espalda. Lejos quedan los tiempos de platós llenos y audiencias millonarias. Ahora, Belén navega en aguas turbulentas, con un nuevo contrato que no termina de cuajar y un perfil mediático que lucha por reinventarse.

Mientras La familia de la tele intenta rehacerse con cambios de guión y ajustes de formato, la presencia de Esteban en el proyecto sigue en el aire. Lo cierto es que, más allá de polémicas, lo que ha dejado entrever Belén en los últimos días es una figura desgastada, con necesidad de reencontrarse tanto con su profesión como consigo misma. Y, sobre todo, una madre que, en medio de la tormenta, echa de menos a su hija.