Declaraciones

Bigote Arrocet, muy preocupado por el estado de salud de María Teresa Campos: “Tengo muy buenos recuerdos de los años que estuvimos juntos”

Parece que el chileno desconoce totalmente el estado real de la mujer a la que llamaba cariñosamente “morita”

María Teresa Campos y Edmundo Arrocet
María Teresa Campos y Edmundo ArrocetKMJ/KMAGTRES

Desde Buenos Aires nos llegan noticias de Edmundo “Bigote” Arrocet. Uno de sus amigos españoles le ha puesto al tanto del complicado estado de salud de la que fuera su pareja durante más de cinco años, María Teresa Campos, y la preocupación del empresario y humorista es evidente: “Me parece muy triste que la tengan apartada y escondida, ella ha sido y es muy grande y debería hacer sus cositas en la tele, se lo merece”. Una reflexión que demuestra que el chileno desconoce totalmente el estado real de la mujer a la que llamaba cariñosamente “morita”.

Edmundo le ha comunicado a su amigo que “si es cierto que Teresa se encuentra mal, lo sentiría mucho, porque tengo muy buenos recuerdos de los años que estuvimos juntos y le guardo un gran cariño”.

Él ya ha rehecho su vida sentimental con una misteriosa mujer de nacionalidad inglesa, a la que conoció en Londres el año pasado. Con ella ha pasado unos días en Brasil y suponemos que también le habrá acompañado a la capital argentina.

Edmundo Arrocet en una imagen reciente
Edmundo Arrocet en una imagen recienteJesus BrionesGTRES

Arrocet tiene previsto estar, por lo menos, tres meses fuera de España… por motivos de negocios relacionados con la energía eólica y solar. Su periplo por Sudamérica continuará por Lima y Santiago de Chile. En esta última ciudad visitará a su hermana, que, según parece, ha superado un cáncer. Más tarde se desplazará a Londres para ver a su hijo Max y sus nietos, y acabará recalando en Madrid.

Su intención es seguir viviendo en nuestro país y realizar viajes a tierras americanas para atender sus negocios. Ya lo hacía cuando estaba con la mujer a la que llamaba “morita” y Teresita. Su ruptura levantó ríos de tinta por lo inesperada y sorpresiva.