Salud delicada
Celia Vega-Penichet rompe su silencio: "He estado luchando en silencio contra una enfermedad autoinmune"
La sobrina de Ana Obregón, y madrina de la pequeña Ana Lequio, revela por primera vez el complicado proceso de salud que ha atravesado durante los últimos años, marcado por el agotamiento físico y emocional
Cuando en marzo de 2023 llegó al mundo la pequeña Ana, la hija póstuma de Aless Lequio, el apellido Obregón volvió a ocupar titulares. En medio del revuelo mediático, una figura discreta emergía con una mezcla de serenidad y fuerza: Celia Vega-Penichet, sobrina de Ana Obregón, madrina de la niña y futura tutora legal de la menor. Hasta entonces, Celia había cultivado un perfil bajo, ajena a los focos, y centrada en su carrera y su familia. Pero el destino, y las circunstancias, la situaron en el centro de la conversación pública.
Durante meses, su cuenta de Instagram -donde supera los 29.000 seguidores- se convirtió en un pequeño refugio en el que compartía recuerdos junto a su primo Aless, mensajes llenos de cariño y reflexiones sobre la vida. Sin embargo, en los últimos tiempos, su actividad digital comenzó a apagarse. Publicaciones más esporádicas, largos silencios y una ausencia que no pasó desapercibida.
Trastornos personales
Esta semana, Celia rompió ese silencio con una confesión tan sincera como conmovedora. A través de sus historias, explicó que ha estado atravesando una dura batalla contra una compleja enfermedad autoinmune e inflamatoria, un diagnóstico que llegó después de meses de incertidumbre. "Sé que he estado casi completamente ausente, pero no por elección propia. Los últimos años han estado marcados por profundos trastornos personales y, al final, eso te afecta. Poco a poco, mi salud física comenzó a deteriorarse", escribía.
Tras un largo proceso de pruebas y visitas médicas, los especialistas finalmente pudieron poner nombre a su dolencia. "Después de un periodo de agotamiento físico y emocional, dolor y pruebas interminables, los médicos descubrieron que padezco una enfermedad viral-bacteriana que causa agotamiento inmunológico crónico y desregulación, una respuesta neuroinmunológica e inflamatoria que afecta a varios sistemas a la vez". Un diagnóstico complejo, pero también un alivio para quien llevaba tiempo luchando sin entender por qué su cuerpo le pedía pausa.
"He estado luchando en silencio, haciendo todo lo posible por curarme", confesó la joven, que ha tenido que reorganizar su vida para adaptarse a esta nueva realidad. "Una de las partes más difíciles ha sido aprender a descansar, a permitirme bajar el ritmo sin sentirme culpable o menos valiosa". Palabras que resuenan con una generación acostumbrada a la autoexigencia, pero que, en su caso, adquieren un tono especialmente humano.
Celia, que siempre se ha mostrado cercana pero reservada, ha querido agradecer el cariño recibido. "Gracias por vuestra paciencia, cariño y comprensión", escribió a sus seguidores. Aunque aún no está completamente recuperada, afronta esta etapa con esperanza y serenidad. "Sigo avanzando lentamente, pero por fin tengo una dirección, y eso lo cambia todo".