
Pérdida de la fe
Christian Gálvez se sincera como nunca sobre su fe: "Me enfadé con Dios por lo que vi"
El presentador recuerda el documental que le cambió la vida y explica cómo ha reconstruido su relación con la espiritualidad tras una experiencia devastadora

Christian Gálvez, actualmente al frente de "La tarde" en Telemadrid y en plena promoción de su nuevo libro "Lucas, el evangelista de los invisibles", ha hablado con una honestidad desgarradora sobre uno de los episodios más duros de su vida y sobre cómo este afectó profundamente a su fe.
En una entrevista concedida recientemente al medio "Ecclesia" (COPE), el presentador recordó el momento exacto en el que perdió su conexión con la religión. Todo ocurrió en 2009, cuando él mismo realizó -con cámaras ocultas- el documental "Cerco al pederasta", emitido en Telecinco. Allí fue testigo directo de uno de los horrores más difíciles de procesar: el turismo sexual infantil en Camboya.
Cosas que Dios no debería permitir
"Vi cosas que Dios no debería permitir", confesó. "Era una de dos: o salir corriendo o desear cosas muy malas para quienes estaban involucrados en aquella red de pederastia". Su labor no era juzgar, sino observar y comunicar, algo que le dejó una herida emocional profunda.

"No quería perdonarles. De hecho, deseaba cosas muy malas para ese tipo de personas. Esa figura de Padre… creía que no era justo que fuera Padre también de ellos", explicó al recordar el dolor que lo llevó a enfadarse con Dios.
Durante años, Gálvez negó la existencia de un Dios omnipresente y amoroso. "Me negaba a creer en un ser que amaba a todos por igual y que les daría el paraíso por igual", admitió. La experiencia le cambió la mirada, le arrebató certezas y lo obligó a reconstruirse desde cero.
Pero con el tiempo, algo empezó a transformarse. Aunque reconoce que todavía no ha perdonado del todo "no a Dios, sino a los culpables", ya no proyecta en la divinidad la responsabilidad de aquel horror. Su forma de entender la espiritualidad ha evolucionado, así como su manera de relacionarse con el mundo.
Hoy, su "lema de amor" se resume en la luz y el camino, dos conceptos que dieron incluso nombre a su hijo, Luca. Y reconoce que su mujer, Patricia Pardo, ha sido clave en su proceso de sanación: "Patricia me enseñó que el amor de verdad puede con todo y que no hay que perder la fe en uno mismo. Y si la pierdes, tienes que pedir ayuda".
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