Problemas

La deuda millonaria de Raquel Bollo: debe hasta el alquiler

La Administración pública reclama a la colaboradora más de 200.000 euros, en un momento personal algo complicado

La diseñadora Raquel Bollo
La diseñadora Raquel BolloJoaquin CorcheroEuropa Press

La vida de Raquel Bollo es como un carrusel de altibajos y sinsabores, de fracasos matrimoniales y deudas desorbitadas, desengaños televisivos y sufrimiento por situaciones personales no deseadas.

Este pasado jueves regresaba de Honduras, de visitar a sus dos hijos, que están concursando en «Supervivientes», y se encontraba con una serie de informaciones negativas que se han publicado en diferentes medios sobre su situación económica.

Ahora nos enteramos de que Manuel Cortés y Alma Bollo –la joven rehúsa utilizar el apellido de su padre– se han embarcado en el «reality» isleño para ayudar a pagar parte de las deudas de su madre. Fuentes de Mediaset dejan entrever que cada uno estaría cobrando unos cuatro mil euros semanales por su permanencia en el islote, y buena parte de ese dinero se destinará a aliviar en todo lo posible el bache económico que atraviesa la otrora colaboradora de «Sálvame».

Por otro lado, se llegó a rumorear que Raquel y su actual pareja, el empresario sevillano Mariano Jorge Gutiérrez, estarían pasando por una fuerte crisis sentimental. Pero, puestos en contacto con Mariano, nos asegura que «Raquel y yo estamos juntos, no hay el menor problema». De los desafueros económicos de Bollo, no sabe, no contesta. Opta por dar la callada por respuesta.

Llevan juntos desde 2017 y su unión parece muy estabilizada. Nada que ver con los novios anteriores de Raquel, Luis Amaya, José María Hiraldo y Juan Manuel Torralbo, con los que no acabó nada bien.

El íntimo amigo de la diseñadora de moda flamenca, Luis Rollán, nos dice que «no hemos hablado de deudas o problemas económicos, pero sí de su preocupación por cómo lo están pasando sus hijos en ‘‘Supervivientes’’, le duele verles con tantas carencias».

Impago de mensualidades

En lo que se refiere a sus deudas, se ha publicado que los bienes que aún conserva están embargados o hipotecados por un valor de setecientos catorce mil euros. La Tesorería de la Seguridad Social y Hacienda le reclama más de doscientos mil euros, y el dueño de un piso que Bollo tuvo alquilado ha solicitado por vía judicial alrededor de veinticuatro mil euros, a causa del impago de mensualidades de la vivienda.

Raquel Bollo y Manuel Cortés
Raquel Bollo y Manuel CortésCristobal DueñasGTRES

Ante la falta de dinero para atender los pagos, a la diseñadora y tertuliana televisiva no le quedó más remedio que acudir hace un par de meses al despacho de un prestamista para solicitar un crédito con un alto interés. La deuda crece y crece sin remedio, mientras Raquel, por lo que cuentan fuentes cercanas, está sumida en un fuerte desasosiego. Y ha pedido a los suyos que se abstengan de hablar de su bache económico. A lo anterior hay que añadir que hace unos años realizó algunas inversiones que fueron nefastas y perdió grandes cantidades de dinero: por ejemplo, el cierre de las dos tiendas de ropa y complementos que tenía abiertas en Andalucía.

Y es evidente que su negocio de diseño de trajes de flamenca no da de sí para hacer frente a sus altas deudas. Tiene un cierto éxito, sí, pero no el suficiente como para que nade en la abundancia y vaya solventando todos los pagos pendientes.

Por eso ha regresado a su antiguo trabajo como tertuliana, y la podemos ver sentada en el plató de «Fiesta», o comentando desde el plató el transcurrir de sus hijos en la isla hondureña.

En esta tesitura ha sufrido un enfrentamiento con Isa Pantoja, por defender a Manuel en contra del novio de la hija de la tonadillera. Recordemos que su primer marido fue Antonio Cortés, «Chiquetete», primo de Isabel y padre de Manuel y de Alma.

En su visita a sus vástagos les ha advertido de que dejen de utilizar palabras malsonantes y que moderen las formas. También ha pedido a Manuel que intente llevarse bien con Asraf Beno, el novio de Isa Pantoja, que aclaren sus diferencias sin caer en enfrentamientos innecesarios.

Harta de justificarse constantemente

No suele hablar de sus problemas económicos, pero hace unos meses expresó de forma pública que «no tengo más fuerzas para estar justificándome, yo no se lo pido a nadie, me alegro por todo el mundo, y de los errores de los demás me preocupo, más que alegrarme».

No le queda más remedio que afrontar los problemas con fortaleza y sin dejarse vencer por la impotencia. Pero una persona de su entorno revela que Bollo «lo está pasando muy mal, aunque intente no demostrar su pesar en público. No encuentra soluciones inmediatas a sus problemas económicos y todo le trae por el camino de la amargura. Si no fuera por el apoyo de su pareja y de sus hijos estaría muy hundida».