Opinión

El diario de Amilibia: ¿Va Belarra a por los «Menús justos»?

"O hasta que Alberto Garzón nos haga a todos veganos y nos dediquemos a plantar tomates y cebollinos en las macetas del balcón"

MADRID, 11/05/2023.- La ministra de Igualdad, Irene Montero (d) conversa con la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra (i) durante el Pleno del Congreso celebrado este jueves en Madrid.
MADRID, 11/05/2023.- La ministra de Igualdad, Irene Montero (d) conversa con la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra (i) durante el Pleno del Congreso celebrado este jueves en Madrid.Fernando Alvarado EFE

Leo: «El Gobierno cree que se compran menos alimentos porque se come más fuera de casa». Lo que yo me temía: durante 2022 el personal ha comprado menos alimentos porque salió a comer en DiverXo, por ejemplo, para gozar de la alta cocina vanguardista que Dabiz Muñoz se saca de la cresta y, de paso, contemplar a la Pedroche recomendando los mejores vinos para maridar con los platos de su marido. Como no todos podemos comer a diario en DiverXo (365 euros por cabeza, vinos aparte), Horcher, Santceloni, Zalacaín, Kabuki Wellington, Ramses o El Paraguas, cuentan las lenguas viperinas que Ione Belarra ya está trabajando en el proyecto de una cadena de restaurantes públicos con el nombre de «Menús Justos».

La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, durante una sesión del pleno del Congreso de los Diputados.
La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, durante una sesión del pleno del Congreso de los Diputados.Alberto R. RoldánLa Razón

Enterada de esto Yolanda Díaz, es muy posible que de un momento a otro anuncie su proyecto «Sumar con la alegría de comer fuera de casa para fomentar el debate», por el que proporcionará vales con importantes descuentos para degustar marisco gallego de la Cofradía de Mariscadores de la IX Internacional Socialista (proveedora habitual de las mariscadas de los sindicalistas en tiempos de los ERE andaluces) sin necesidad de viajar a Galicia. Y es que la guerra con la Belarra sigue abierta y no tendrá fin, parece, hasta después de las próximas elecciones.

En mi opinión, no volveremos a comer en casa como antaño hasta que la gran mayoría de los españoles hayamos pasado por «MasterChef» para aprender cocina de alta fusión y poder hacer en casa de una puñetera vez tortilla de patatas deconstruida, bacalao al pilpil con espumas y callos a la madrileña con esferificaciones. O hasta que Alberto Garzón nos haga a todos veganos y nos dediquemos a plantar tomates y cebollinos en las macetas del balcón.