
Amistad
Elsa Urquijo: la arquitecta íntima de Marta Ortega que diseña espacios para Inditex
Discreta, premiada y con una sensibilidad arquitectónica única, no solo firma las tiendas más emblemáticas de Inditex: también forma parte del círculo más íntimo de la empresaria, hasta el punto de viajar en su avión privado

En el ecosistema hermético y exquisito que envuelve a Marta Ortega, hay nombres que trascienden la colaboración profesional para convertirse en aliados estéticos, estratégicos y afectivos. Entre ellos destaca uno que, hasta hace relativamente poco, se mantenía al margen del foco mediático: la arquitecta gallega Elsa Urquijo. La inauguración en A Coruña de la exposición dedicada a Annie Leibovitz volvió a situarla en primer plano. No sólo porque ella fue la responsable de diseñar el espacio, sino porque su presencia allí confirma algo que en los círculos creativos de Galicia se sabe desde hace años: Elsa Urquijo es mucho más que una colaboradora habitual de Inditex. Es parte del reducido círculo de confianza de la heredera.
Su vínculo con Marta Ortega se manifiesta incluso en gestos que hablan sin necesidad de comunicados: viajar en el avión privado de la presidenta de Inditex, compartir proyectos personales y profesionales, o participar en momentos clave de la vida familiar. Urquijo fue la creadora de la espectacular vivienda de O Parrote -un edificio del siglo XIX con vistas al puerto coruñés- donde Marta Ortega y Carlos Torretta celebraron su boda civil en 2018. Esa casa, hoy uno de los espacios más codiciados y comentados de la ciudad, es también uno de los ejemplos más delicados del trabajo de una arquitecta que ha logrado situarse en la confluencia perfecta entre intimidad, discreción y excelencia.
Su nombre, además, se ha instalado entre las amistades más influyentes de Marta Ortega, un grupo selecto donde figuran mujeres como Eugenia Silva, Carla Vega-Penichet o Isabelle Junot. Todas ellas, referentes en sus respectivos mundos, coinciden en un rasgo común: una relación personal con la heredera que trasciende lo social y se despliega en la confianza, la lealtad y la estética compartida.
La arquitecta detrás del "menos es más" gallego
Formada en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de A Coruña, Elsa Urquijo acumuló experiencia internacional antes de fundar su propio estudio en el año 2000: Elsa Urquijo Architects. Desde entonces, dirige un equipo de más de 25 profesionales con proyectos repartidos por todo el mundo. Sus diseños para ZARA -de Nueva York a Hong Kong, de Viena a Madrid- están considerados algunos de los espacios comerciales más influyentes de la firma. También ha trabajado para Carolina Herrera, para instituciones sociales y para viviendas privadas que rara vez llegan a la prensa.
Su filosofía, profundamente ligada a sus raíces gallegas, se basa en la calma, la simplicidad y una búsqueda estética que rehúye lo efímero. Sus espacios no pretenden deslumbrar: buscan acompañar, generar atmósferas, ofrecer una belleza silenciosa que perdura. No es casual que haya sido reconocida con premios como el WAN Award o el BORN Award, o que participara en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2016 con la instalación In Finisterrae.
En entrevistas, Urquijo suele subrayar la labor que comparte con su marido, Andrés Conde, quien se ocupa de la gestión del estudio. Esa alianza, explica, le permite concentrarse "por completo en los proyectos", reforzando una metodología basada en la precisión, la introspección y la claridad.
La arquitecta de cabecera de los Ortega
La relación entre Urquijo e Inditex comenzó a finales de los 90, cuando Amancio Ortega descubrió su trabajo mientras ella colaboraba con Adolfo Domínguez. El flechazo profesional fue inmediato. "Tiene un don, sabe sacar lo mejor de cada uno", dice ella sobre el fundador de Inditex, con quien mantiene una relación que combina respeto, admiración y una forma de comunicarse que no necesita palabras largas.
Desde entonces, Urquijo se ha convertido en la arquitecta de confianza de la familia. Sus proyectos para la Fundación Amancio Ortega, sus diseños para ZARA o la creación de espacios personales para Marta Ortega forman parte de una colaboración de largo alcance. Una relación en la que ambas partes han encontrado algo más difícil que la excelencia: una visión compartida.
"Diseñar una tienda es entrar en un lugar que te aporte algo más que ropa; percibir una atmósfera que te hace sentir bien", afirma Urquijo. Quizá ese sea el secreto de su cercanía con la familia Ortega: entender que la belleza, cuando es verdadera, también sabe adónde pertenece.
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