Anonimato
George Clooney habla, como nunca, de sus hijos y su vida en una granja con palacete junto a Amal Clooney
El actor revela cómo la vida rural en la Provenza francesa le ha permitido proteger la infancia de sus gemelos y disfrutar de una existencia más sencilla
George Clooney atraviesa uno de los momentos más dulces de su vida. En plena madurez profesional, acaba de ser nominado a los Premios Tony por su trabajo en Broadway con "Buenas Noches, y Buena Suerte", mientras disfruta del éxito de sus proyectos cinematográficos -como "Jay Kelly" y "Wolfs"- y de su faceta como productor en el documental "Surviving Ohio State", de HBO. Sin embargo, más allá de las luces de los focos y las alfombras rojas, el actor ha encontrado su equilibrio en un entorno que poco tiene que ver con los estudios de Los Ángeles: una granja en el corazón de la Provenza francesa.
En una inusual muestra de sinceridad, Clooney ha hablado con "Esquire" sobre su vida familiar junto a su esposa, la abogada de derechos humanos Amal Clooney, y sus hijos gemelos, Ella y Alexander, de ocho años. El intérprete, conocido por su discreción, ha roto su habitual hermetismo para describir su día a día en el campo francés: "Tenemos mucha suerte. Vivimos en una granja en Francia. Buena parte de mi vida, cuando era niño, fue en una granja y lo odiaba, pero ahora, para ellos, es distinto: no están pegados al iPad. Cenan con adultos y tienen que recoger sus platos. Tienen una vida mucho mejor".
Protegidos del ruido mediático
Sus palabras dejan entrever una filosofía familiar sencilla pero firme: proteger la infancia de sus hijos del ruido mediático. "No quiero que vivan preocupados por los paparazzi. No quiero que sean comparados con otros hijos de famosos", confesó el actor, que reconoce haber encontrado en Francia el refugio perfecto para garantizarles una vida normal. Según Clooney, "allí no les importa la fama", una afirmación que refleja el contraste entre la calma de la Provenza y el escrutinio constante de Hollywood.
Eso sí, cuando George habla de una "granja", lo hace con la modestia de quien valora más la tranquilidad que el lujo. Su residencia familiar se encuentra en Brignoles un encantador pueblo del Var, donde el matrimonio adquirió una finca del siglo XVIII conocida como Canadel. Se trata de una majestuosa propiedad con más de 160 hectáreas de terreno, viñedos, jardines y un palacete histórico que combina el encanto rural con la elegancia propia del estilo Clooney.
Lejos de los paparazzi y los compromisos de la industria, la vida del actor parece transcurrir entre el sonido de las cigarras, los paseos entre olivos y las cenas al aire libre con Amal y los niños. Una existencia en la que la simplicidad se ha convertido en lujo y el anonimato, en privilegio.