
Sexo, drogas... y deporte
Harry Styles corre el Maratón de Berlín de incógnito, con nombre falso y en menos de tres horas
El cantante británico sorprende con un tiempo de 2h 59m y un perfil atlético que desmiente los clichés del pop

Ni focos, ni estadios repletos, ni vestuarios de lentejuelas. Harry Styles eligió el asfalto de Berlín como su último escenario. El 21 de septiembre, el artista británico -31 años, ídolo global desde los días de One Direction- se sumó a los casi 50.000 corredores del Maratón de Berlín. Lo hizo de incógnito, escondido tras el pseudónimo Sted Sarandos, un guiño al apellido del co-consejero delegado de Netflix, y con un dorsal, el 31261, que lo situaba como un corredor más.
El resultado, sin embargo, lo distinguió: 42,195 kilómetros en 2 horas, 59 minutos y 13 segundos. Bajo la barrera de las tres horas, esa frontera mítica que separa a los aficionados de los iniciados. En la clasificación general, su nombre falso ocupó el puesto 2.442, pero entre los entendidos no pasó desapercibida la hazaña: un tiempo que exige disciplina, constancia y un entrenamiento casi profesional.
Un vídeo difundido por los organizadores muestra a Styles cruzando la meta con serenidad, gafas oscuras y gesto imperturbable, mientras las cámaras captaban el cronómetro rozando las tres horas. En paralelo, el diario alemán "Der Tagesspiegel" lo fotografió antes de la salida: cabello recogido en una cinta, camuflado entre la multitud. Casi invisible, salvo para los ojos más atentos.
No todos fueron indiferentes a su presencia. Richard Whitehead, leyenda del atletismo paralímpico británico y doble campeón olímpico, compartió en Instagram una foto con el cantante: "Nadie lo conoce", ironizó, subrayando la paradoja de ver a una de las estrellas más reconocibles del planeta fundido en el anonimato de los corredores. En redes, la hazaña corrió como la pólvora: "Ya lleva más maratones que canciones", bromeaban algunos usuarios, celebrando su metamorfosis de ídolo pop a maratoniano competitivo.
Lo cierto es que no era su primera vez. En marzo, Styles ya había corrido el Maratón de Tokio en 3 horas, 24 minutos y 7 segundos. La mejora de casi media hora en solo seis meses habla de un plan de entrenamiento riguroso y de una determinación poco habitual en el universo del pop. Frente al cliché de "sexo, drogas y rock & roll", el artista proyecta una nueva narrativa: la del esfuerzo silencioso, la constancia y la búsqueda de retos más allá de los escenarios.

Mientras tanto, la Puerta de Brandeburgo se convirtió en el lugar donde coincidieron mundos distintos. El exfutbolista André Schürrle, campeón del mundo con Alemania en 2014, cruzaba la meta en 3h 21m; Felix Kroos, hermano de Toni, lo hacía en 4h 28m. Pero fue Styles quien, con un nombre prestado y un tiempo de élite, escribió el titular inesperado.
Del niño bonito que conquistó a millones desde The X Factor al hombre que ahora roza la élite del maratón, Harry Styles sigue corriendo -en todos los sentidos- más allá de las etiquetas. Y, al parecer, lo hace cada vez más rápido.
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