Heredero
Hijos del poder: Felipe Morenés Botín, la banca y la aristocracia en el ADN
"En 2023 dio el primer paso oficial dentro del Santander como consejero suplente en México, y recibió también la transferencia de la sociedad patrimonial Inversora Oquendo"
Hijo mayor de Ana Patricia Botín y nieto del eterno presidente del Santander, Felipe Morenés Botín lleva la banca en el ADN y la aristocracia en los apellidos. Pero su nombre, lejos de sonar en consejos de administración familiares desde el principio, ha emergido desde la sombra. Con 38 años, y tras formarse en Georgetown y dar sus primeros pasos en UBS y Lone Star, este empresario de perfil bajo pero decisiones firmes ha tejido su propia red de poder.
Desde 2017, Felipe codirige Stoneshield Capital junto a Juan Pepa, un socio argentino con el que ha apostado por dos obsesiones: el inmobiliario y la innovación. Juntos controlan Neinor Homes y acaban de lanzar un megaproyecto de centros de datos en Cantabria. El «Proyecto Altamira», bautizado con aroma a legado, supone una inversión de 3.600 millones de euros y podría redefinir el mapa digital del norte de España.
Felipe no ha dejado del todo de orbitar en torno al imperio familiar. En 2023 dio el primer paso oficial dentro del Santander como consejero suplente en México, y recibió también la transferencia de la sociedad patrimonial Inversora Oquendo. Aunque su madre insistiera en que su fichaje fue fruto de «un proceso neutral», la historia y los genes pesan.
Casado desde 2016 con Julia Puig Cabané –heredera del imperio cosmético Puig–, y padre de dos niñas, su vida familiar vive marcada por la discreción. Felipe es la definición contemporánea del poder en modo avión: invisible, eficiente y conectado.