Cargando...

No le salen las cuentas

Kiko Rivera, desesperado porque su último negocio no funciona: suplica a sus fans apoyo

El hijo de Isabel Pantoja dio a conocer el mes pasado una nueva iniciativa profesional y por más que la promociona, su público le da la espalda

Kiko Rivera Gtres

Kiko Rivera vive ajeno a todo lo que rodea a su madre, Isabel Pantoja, así como sucede igual con su hermana, Isa Pantoja. No quiere saber nada de ellas o, al menos, no hace mención alguna cuando celebran buenas nuevas o cuando anuncian estar transitando por sus peores momentos. Él formó una familia con Irene Rosales y es de la única que rinde cuentas, con la excepción de su prima, Anabel Pantoja, con la que sí mantiene trato estable.

Más allá de esto, el trabajo se ha convertido en su mejor refugio, tanto aquel que le lleva a recorrer la geografía española compartiendo sus temazos, como ese otro negociado que inició con discreción para compartir su faceta más romántica. Una empresa que parece no estar logrando sus objetivos. Se trata de aquella iniciativa que dio a conocer el pasado 21 de julio y que por más que promociona no termina de despegar.

Kiko Rivera pide apoyo a sus fans para su ‘otro yo’

El hijo de Isabel Pantoja quiso desvelar un secreto al anunciar que había creado un alter ego en redes sociales a través de Inteligencia Artificial para compartir otra música. Esa que se aleja de su público habitual y que esperan bailar con sus temas. Con D-Luz quiere emocionarles y mostrarle su faceta más íntima y personal, con toques románticos y melodías muy distintas a las que acostumbra. Pero no ha conseguido atraer lo suficiente a su público y ya suplica para que respalden su iniciativa a través de sus redes sociales. Ya no sabe cómo convencerles.

“Os cuento la verdad, porque si no reviento. Tengo muchas canciones que no puedo sacar con mi nombre, porque no encajan con el público que tengo hoy en día. Son temas más románticos, con letras más profundas, más emocionales, que no terminan de tener hueco en lo que se espera de mí ahora mismo. Por eso he creado un artista ficticio que se llama D-Luz. Es mi vía de escape. Es la forma que tengo de compartir todo lo que sale de esta mente cuando la musa se activa, sin filtros, sin miedos. Me encantaría que me apoyaseis en esto, porque detrás de D-Luz estoy yo. Con mi alma y con mi corazón. Perdón por intentar esconderlo… pensé que era mejor así, pero me doy cuenta de que no. Que esconderlo es apagar esa parte de mí”, daba a conocer su nueva vertiente y, con ello, su nuevo negocio.

El Dj pretendía que su versión creada por Inteligencia Artificial fuese todo un fenómeno viral y revolucionase a sus fans y las propias redes sociales. Sin embargo, la acogida ha sido más bien discreta y sigue tratando de pedir a sus fans que le den una oportunidad a su versión “más romántica, más sensible, más profunda”. Lo ha pedido en varias ocasiones y no tiene mucho éxito en sus llamamientos: “Os doy las gracias por acompañarme en este nuevo camino. Seguirme en las redes oficiales de @d_luzmusic”. Volvió a hacerlo días después: “Como ya sabéis este es mi artista creado por IA para sacar las canciones que no puedo publicar como Kiko Rivera. Seguid la cuenta de Instagram. Es gratis y ayuda mucho. Sois mi comunidad y confío en vosotros. ¿Puedo contar con vuestro apoyo?”.

Kiko Rivera pidiendo apoyo a sus fansInstagram
Parece que la respuesta de sus seguidores sigue siendo “no”. Y es que casi un mes después de presentarse al mundo y pedir hasta la saciedad que sigan a D-Luz, su alter ego más romanticón, aún no ha alcanzado los 5.500 seguidores en Instagram. Y eso que Kiko Rivera en su cuenta oficial ya supera el millón cien mil de fieles. Es por eso que está desesperado y los números no le cuadran, lo que le hace ya suplicar para que le den una oportunidad. Pasa lista e inevitablemente sabe que la gran mayoría de sus admiradores ignoran a D-Luz: “Sé que no le estáis dando. No te cuesta nada un ‘follow’ y conoce esa parte musical que no conoces de mí”. Ni pidiéndolo por favor ni dejando claro que es gratis lo consigue.